PlayStation 3

La isla de los locos [Opinión]

Un paseo por la isla de Arkham. Fuera del horario de visitas.

Reconozco que desde su salida, y a pesar de la excelente crítica y comentarios en general de los jugones, jamás me había sentado a jugar Batman: Arkham Asylum como corresponde. Y es que, casi arrastrado por la masa, gran parte de mi tiempo dedicado al ocio se lo llevan juegos donde el componente en línea es lo principal.

Asi que durante la semana pasada me dediqué exclusivamente a ver que había dentro del asilo. Al estilo de lo que ya escribí para ODST, esto no es un NB Labs ni pretende serlo, sino mas bien todo lo contrario: una mirada bastante parcial, bien desenfocada, y libre de spoilers.

De primera, cuesta y no poco acostumbrarse a esta estética casi circense de Batman, sobre todo porque muchos aplaudimos a rabiar la renovación traída por Nolan, Bale y compañía en el cine; por lo mismo, volver a los trajes y colores similares a los de mediados de los noventa resultaron en una primera impresión casi vomitiva, gracias al triste recuerdo de lo que fue Batman por esos años, Schwarzenegger incluído. Pero medio de milagro, termina siendo totalmente irrelevante.

Tal cual la vida de Bruce Wayne, el juego se construye sobre un festival eterno de dualidades, la más pura escencia del personaje. Es simple enfrentarse a los matones, pero no es fácil ser paciente cuando el ritmo de juego nos obliga a bajar revoluciones, y tirarse en plan soy-inmortal no es opción. Es simple ser detective -cosa de apretar un botón-, pero no tanto cuando no se sabe bien que es lo que se busca, o como buscarlo. Es muy fácil armar una secuencia de combos, pero te sale un tipo con pistola, 3 disparos y mejor arrancar.

Hay mucho colorido dentro de la isla, con muchos verdes y morados, pero el ambiente termina siendo más oscuro que cualquier franquicia de aspecto grisáceo y post-apocalíptica. No provoca terror al estilo de hacernos saltar del asiento, pero yo me pregunto: ¿puede haber algo mas perturbador que un tipo armado con una metralleta, y disparando al aire lleno de terror, incapaz siquiera de hacer un mínimo contacto visual con el ninja que revolotea por el techo? ¿y mientras los matones caen uno por uno, otro loco hablando por los parlantes, burlándose y contando los que van quedando vivos? difícil. Es lo mismo que en cualquier Silent Hill o Resident Evil de los antiguos, con una sutil diferencia. La perspectiva es distinta, porque el terror lo vemos y lo provocamos nosotros. Y de la misma manera, la dualidad de la que hace gala el juego se hace presente cuando los peores miedos del Batman se cristalizan en un par de escenarios pseudo bonus que rayan en la perfección. No tanto por su planteamiento plataformero, sino porque recuerdan que sin las habilidades y los gadgets, lo que queda es un niño-hombre que intenta a duras penas escapar de sus peores miedos -detallazo: que nos alcance la luz significa Game Over-, y a la vez de que lo encierren por loco en las mismas celdas que investiga. Parafraseando al Espantapájaros: al final del miedo, el olvido.

Como pocos juegos en la historia, todo dentro de Arkham Asylum es el más exacto reflejo del universo en el que se basa, y ese es justamente su golpe ganador. Porque cuando es demasiado tentador tomar una licencia y aprovechar el impulso para vender cualquier cosa, nada raro a día de hoy, los de Rocksteady van y hacen lo contrario. Porque pareciera tan sencillo hacer un juego como los de antes, pero al final no lo es tanto cuando vemos que Arkham Asylum emerge de entre el montón de juegos de acción, con campañas que duran quince minutos, total el multiplayer dura hasta la eternidad, o hasta que llegue la secuela -lo que ocurra primero. Este es un juego antiguo, de generaciones pasadas, nacido en 2009 y envuelto en un traje absolutamente moderno. Que logra, y logró, hacer que me siente a disfrutar un juego igual que hace 15 años o más, sin cables de red ni multijugador de por medio. De esos que uno no quiere que se terminen, porque sabe que después del fin no hay mucho más, excepto empezar de nuevo desde cero, o volver atrás a buscar los objetos que faltan; entre eso último, el cadáver de R’as al Ghul, el inmortal, desapareció de la morgue en lo que dura el final del juego.

Arkham Asylum fue aclamado por medio mundo como la excepción que confirma la regla de los juegos basados en superhéroes, récord Guiness de por medio. Para mi, eso es una lectura demasiado simplista. Y cuando el Joker está metido entre medio, nada es tan simple.

P.d: no cometan el mismo error que yo, juéguenlo en difícil a la primera. Vale la pena.

Link: Batman: Arkham Asylum [NB Labs]

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