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Las crónicas de ALX: Con la idea incorrecta [NB Opinión]

Lo que sucede cuando un gamer extravía el norte… y otros sufren las consecuencias

Era una apacible tarde de octubre de 2001. Era bastante joven y trabajaba como vendedor de videojuegos en la comuna de Providencia en una maravillosa época, con una PS2 que estaba despegando y con grandes lanzamientos como Silent Hill 2 o Medal of Honor: Frontline. La guerra de consolas de aquella generación aún no comenzaba, faltaban semanas para el lanzamiento de los nuevos equipos de Nintendo (la Game Cube) y de Microsoft (con su primera consola: la Xbox).

Ese era el escenario cuando la ñoñería hecha persona visitó el local, ingresó y dio inicio a una de las discusiones más inútiles que he tenido en mi vida.

– Buenas tardes ¿En qué puedo ayudarte?
– Hola ¿qué tal? ¿Ustedes van a traer la consola nueva de Nintendo cuando aparezca, no?
– ¿La Game Cube? Por supuesto. Igual falta un poco para que salga, pero aquí la tendremos. Tenlo por seguro…

Apenas terminé la frase, su rostro se iluminó, como si esa fuese la única tienda del mundo… o como si alguien le hubiese abierto la puerta a una conversación que no podría detener.

– ¡Excelente! ¡Qué notable va a ser la maquina h*eón! Otra joya mas de la gran N…

Luego de exclamar con mucho ánimo y jolgorio, quedó una extraña sensación en el aire. Yo no era dueño del boliche para decirle “gracias… vete lejos” y quede pensando qué onda con este chato. Como estaba lenta la tarde, decidí ponerlo a prueba…

– ¿Otra joya más? A ver, es bueno que sigan saliendo nuevas consolas pero no sé si la llamaría otra joya después de su consola de 64 bits. La Nintendo 64 me decepcionó, lanzaron buenos juegos pero pensé que daría más.

Dejé de hablar y el rostro del tipo comenzó a tomar colores, puso expresión de sayayin y comenzó una fanática y brusca verborrea…

– ¡¿Cómo que decepción!? ¡La Nintendo 64 es la mejor consola de la historia!. ¿Dónde dejas al Mario 64, al mejor juego de plataformas 3D del mundo? ¿Dónde dejas al Zelda: Ocarina of Time? ¿Dónde dejas al Rougue Leader, el mejor juego de Star Wars jamás realizado?
– Si, está bien pero…
– Si po’, ¡está más que bien! Mira, el Super Mario 64 fue un…

Y no lo detuvo nadie por varios minutos. Mi jefe sólo miraba y reía, disfrutando del problema en que me metí, mientras yo rogaba que entrase un cliente para dejarlo hablando sólo… pero no andaba ni una p*ta alma. De tonto, caí en el juego. Pensaba “Y ya empezó este con el discurso. Menciona juegos y frases sacadas casi de memoria de alguna Club Nintendo. No te pelees con él… Es un fan boy… ¡No lo hagas!…” y le respondí.

– Sí, fueron juegos notables, son clásicos, ganaron premios y muchas cosas, pero en la generación anterior la ganadora sin dudas fue la PlayStation.
– A ver… ¿la N64 perdió? ¿Acaso estás loco? En su 1er día la consola vendió…

Continuó citando records, ventas y números. Mi sentido común me decía claramente que me detuviera, que no tenía sentido… pero no escuché mi propio consejo. Lo detuve, hablé golpeado e intenté matarle su punto para dejar de darle la razón con mi silencio.

– Ya, ya… pero no puedes jugar Metal Gear Solid en N64, ni Gran Turismo, Final Fantasy VII, Chrono Cross, Resident Evil del 1 al 3 y más. La consola de Sony tuvo varios puntos altos y varios juegos más que se transformarán en clásicos. Podría seguir toda la tarde: La Play 1 ganó y punto.

Y fue ahí donde la racionalidad se tomó vacaciones; me miró como si hubiese golpeado a su madre. Comenzó casi a gritar, iracundo cual Hulk.

– Todo por las copias ¡Si no tienen talento! ¡No tienen a Miyamoto! Miyamoto es considerado por la Revista Times…
– … como el Spielberg de los videojuegos. Sí, lo sé. También lo memoricé de una revista. Mira, si quieres ser fanático es cosa tuya, pero lo que la gente juega son juegos, no nombres ni creadores. La Play 1 ganó en varios mercados, como el de EEUU y -hasta donde sé- donde hay muy poca piratería. Mira, puede que estés en lo correcto, que en un futuro estemos de acuerdo y la Game Cube sea la mejor consola de la historia, pero dejemos que el tiempo lo diga ¿ok?

“Bien hecho” pensé, “Fuiste el adulto de la situación y hablaste con calma, respeto y objetividad. Déjalo ahí y espera que se aburra y se vaya…” me dije, ilusamente, pero él continuó.

– ¡Estás equivocado sobre la Nintendo 64 y lo estarás con la consola que viene! ¡Es que ya es la mejor consola por ser Nintendo! Personas con actitudes como la tuya le hacen mal a los juegos ya que Nintendo….

Y prosiguió. No quería darle la razón, no quería que ganase por cansancio. Sólo deseaba armarme de paciencia y que ese show acabara pronto: por el local en que trabajaba pero principalmente por mí. Pero no se detenía…

– … y todos jugarán Rougue Leader 2 y Luigi’s Mansion en Game Cube sin importar opiniones como la tuya. ¡Espera y verás como el tiempo me dará la razón! ¡Chao!

Finalmente, después de 40 minutos de mi vida que jamás recuperaré, el muchacho se fue. A ratos logró sacarme de mis casillas y lo peor fue (en ese minuto) que a pesar de haber sido el más sensato en todo esto, quedaba en el aire la impresión de que él ganó. Hoy recuerdo ese incidente y honestamente me da risa de la situación, haber sido tan ingenuo y de haber perdido el tiempo de esa monumental manera, todo por mí culpa… sobretodo porque el tipo no tenía ni un peso y entró a conversar, con nula intención de comprar algo.

Lamentablemente, los videojuegos (gracias a los medios, los gustos personales y otros factores) son percibidos por algunos como equipos de fútbol, como colores que hay que defender a toda costa como si se tratase de tu mismísima patria.

A casi 10 años de aquella tarde, veo como esto (que sucede regularmente) volverá a revivir con más fuerza a pito del próximo E3, de la nueva consola de Nintendo y de la NGP, la siguiente portátil de Sony. Se llenarán los foros de comentarios, especulaciones, discusiones y desacreditaciones de la peor calaña el post de defender consolas, juegos y productos que aún no están en el mercado… y creo que -si bien cada uno sabe lo que hace- están extraviando el punto.

La idea de esto es jugar, compartir y pasar un buen rato. De eso se trata video-jugar. Claro que hay lugar para la discusión, el análisis, las diferencias y los desencuentros, pero la mala onda y la intolerancia son consecuencias innecesarias y gratuitas de algo que debería ser mayormente positivo. Las empresas siguen trabajando, siguen haciendo millones (si lo hacen bien) mientras que los mismos productos diseñados para hacernos pasar un buen rato ¿son la fuente y origen de peleas y mala onda? Una lastima.

Esto también es consecuencia del exceso de información, de fuentes y de acceso a datos. No digo que sea algo malo, pero con ellas todo el mundo se siente dueño de la verdad, saben todo y de todo y eso les da el derecho de desacreditar, maltratar e insultar al resto… sólo porque no les hacen coro a sus “innegables verdades”.

Supongo que (insisto) soy iluso. Todo lo que desate pasiones va a desembocar en conflictos y peleas. Los foros, las tiendas ñoñas y el mundillo jugón en general tiene a 1 o más de estos personajes que (peor aún) juran que están logrando algo importante y anotándose un batacazo. Si alguien quiere -por ejemplo- creer que la 3DO es la mejor consola de la historia me alegro por él, pero que respete mi opinión y (por sobretodo) no me moleste ni se meta en mi metro cuadrado y yo haré exactamente lo mismo. Todo se puede resumir simplemente en eso, nada más.

En una tienda de computación cercana a donde yo trabajaba, solían dejar frases y proverbios escritos en una pizarra para que los transeúntes leyesen y meditasen. Durante la semana en que se lanzó la Game Cube, justo tenían escrita una que para mí se transformó en una enseñanza inmediata:

Nunca pelees con un tonto… Puede que la gente te confunda con uno.

De ahí, nunca más.

Finalmente y unos de 2 años después, ese muchacho me compró una PS2 en una tienda del centro de Santiago. Me miraba de reojo mientras lo atendía amáblemente, tal vez sin estar completamente seguro si era yo con quien había discutido ese día pero estoy seguro que recordaba todo. Lo delató su actitud: llegó tranquilo pero al rato después lucía nervioso y quería hacer todo rápido. Compró, habló poco y nada y se fue… uno de los clientes más silenciosos a la hora de adquirir su consola.

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