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Deus Ex: Human Revolution [NB Labs]

Somos un humano que debe cuidar una simple compañía. Terminamos como el Aumentado perfecto para revolucionar la humanidad.

Disponible para: Playstation 3, XBOX 360, PC
Desarrollado por: Eidos Montreal
Distribuido por: Square Enix
Compatible con: TVs 3D (ATI HD3D), Eyefinity, DirectX 11
Calificación: M-Mature (para mayores de 17 años)

Año 2027. La humanidad está viviendo una revolución mayor: la posibilidad de intercambiar partes del cuerpo por aparatos electrónicos para superar las capacidades y posibilidades que el cuerpo humano común y corriente ofrece. Hay quienes se oponen rotundamente a modificar el ser humano con estos “aumentos” como les llaman, mientras que otros no les va ni les viene. Y justo en el borde de uno de los descubrimientos más importantes respecto a esta revolución, todo cambia para Adam Jensen, quien pasa a ser un aumentado sin otra opción.

Así de interesante es, posiblemente, uno de los mejores juegos del semestre.

A hackear, hackear, que el mundo va a revolucionar

Como les conté en un principio, la secuela del Deus Ex original parte así. El ex-SWAT Adam Jensen es jefe de seguridad de Sarif Industries en Detroit, una compañía dedicada a los aumentos. Trabaja tranquilo cuidando las operaciones de la compañía, como también preocupándose que todo salga bien para la presentación en el Consejo Nacional de Ciencia en EE.UU. donde Megan Reed, su ex-novia, dará a conocer un revolucionario descubrimiento. Se supone que estos Aumentos no son bien recibidos por el cuerpo humano, lo que significa que los pacientes deben usar continuamente drogas para evitar su rechazo biológico. El descubrimiento de Megan anularía justamente eso: todos seríamos compatibles con los aumentos.

Pero no todo resulta como uno lo espera. Las instalaciones son atacadas por una fuerza desconocida y bien armada, fallas en proteger a los científicos más valiosos y también fallas en proteger tu vida. Menos mal, Sarif Industries nos da una segunda oportunidad dotándonos de Aumentos para sopesar nuestras pérdidas biológicas, y después de un tiempo ya estamos en dos pies. De ahí en adelante nuestra misión es investigar qué, quién y porqué. La trama es entretenida gracias a que el mundo de Deus Ex se siente particularmente vivo y está hecho de pequeños e importantes detalles visuales y auditivos. Desde notas hasta periódicos o noticias en los televisores, hasta la actuación vocal en un escenario amarillezco, es imposible no sentirse parte de otra realidad donde la crítica de los Aumentos está candente. Las gráficas no son las mejores del mundo, pero con teselación activada todo se ve un pelo más creíble, como la cara de los personajes. DirectX 11 activado no cambia gráficamente el juego, sólo pequeños detalles y mejor el tinte de color levemente a cambio de un par de fps menos.

Desde que salimos de completar la primera misión con nuestros Aumentos empezamos a notar de qué se trata Deus Ex: Human Revolution. Básicamente tenemos una misión principal relacionada con la trama que completar, varias secundarias, y varias formas de completarlas. Podemos convertirnos en fantasmas y no matar a ningún inocente, explorar rutas alternativas o pegar de frente, agarrar nuestras armas más ruidosas y dejar la embarrada, hackear y buscar datos interesantes, conversar sabiamente para ahorrarnos trabajo, etcétera. El juego no se queda atrás en variedad, y muchas veces los Aumentos que tenemos condicionan qué ruta y decisión podemos tomar.

Explorar es lo principal en el juego. Navegando por las calles y hackeando computadoras es posible sacar nuevas misiones y encontrar información relativamente útil. Digo “relativamente” porque puedes saber algo más del mundo de Deus Ex – que es gigantesco – como también averiguar otras que te ayuden en alguna misión. El tamaño y organización de las ciudades es algo que podría haberse mejorado, porque no existe transporte rápido de un lugar hacia otro por si quieres evitar correr por las calles o perderte, menos si ya has explorado gran parte y sacado una que otra misión secundaria, y es fácil perderse o tomar el camino más largo.

Conversar también juega un rol importante. Algunas interacciones sólo se limitan a sacar información, pero de vez en cuando ocurren algunas importantes que dictaminarán el procedimiento de la misión. El juego es bastante lineal, y “fallar” en tomar la mejor decisión significa toparse con más desastres a corto o mediano plazo.

Hackear es algo prácticamente obligatorio. El minijuego que tiene Deus Ex: Human Revolution se trata capturar un nodo final desde un punto de partida, mientras que la computadora hace exactamente lo mismo desde el lado contrario con la intención de encontrar el origen del rastro que dejas. No necesitas mucha habilidad para ganar, gran parte del éxito es gracias a tus Aumentos de hacking que determinan qué puedes hackear, y qué tan fácil puede ser. Casi todas las misiones tienen algo que vulnerar, tanto como obligación para seguir como para hacerte el trabajo más fácil. Aquellos que no siguen la recomendación de enfocarse en vulnerar sistemas pueden explorar el resto del escenario buscando códigos y contraseñas.

Respecto a la balacera, entrar a lo Rambo es un suicidio instantáneo, y aquí tendrás pocas oportunidades de levantar la metralla. La inteligencia artificial aprovecha muy bien el espacio, siempre tendrá la mejor mano en número y te flanqueará en todas las ocasiones. La mejor aproximación es jugar a lo ninja hasta encontrar un lugar para pasar de largo, derechamente matarlos o dejarlos dormidos en el piso – siempre teniendo la precaución de ocultar los cuerpos. Jensen no es malo para disparar armas, pero la mejor decisión es con tiros precisos a la cabeza sea como sea y rápido. En eso el juego no se contradice: hay varios formas para pasar desapercibido como un fantasma como aprovechar posiciones estratégicas y eliminar la resistencia.

La perfección no es perfecta

Varios Aumentos tienen muy poco uso. Como el hacking es una de las prácticas que más recompensas tiene, es donde primero te enfocas en mejorar. Hay otros que pasan a un segundo plano o de plano inservibles, como la habilidad de hacer un takedown doble o ver cuánto tiempo falta para que el estado de alerta finalice. La mejor opción es siempre tener Praxis disponibles para gastar en caso que alguna situación en específico lo requiera en vez de ocuparlos porque sí.

Siempre hay una forma de realizar una misión. No hay posibilidad de fallo, aún cuando seas malo para establecer conversaciones y elijas lo que menos convenga. Las repercusiones no son gigantes, sólo complicarán o favorecerán levemente tus misiones futuras, lo que es una decepción. Como los diálogos tienen un gran peso narrativo pero no resolutivo, a lo mucho te perderás un dato, el personaje morirá (o vivirá) o te harán la misión algo más difícil.

Lo que no tiene otra vuelta son los jefes finales: un bodrio total, un tedio, y una cachetada a la lógica. Son simplemente enemigos a los que debes rellenar de plomo hasta aburrirte mientras esquivas sus balas, nada menos y nada más. No ponen a prueba nada de lo que has aprendido, ni te desafían con algún cambio de táctica a excepción de buscar dónde cubrirte. Para qué hablar de aquellos jugadores que no juegan con armas letales y se encuentran sin ninguna en ese momento: suicidio. Lo mejor es siempre agarrar algo que haga daño antes de enfrentarse a ellos.

El final es también un punto en contra en términos de consistencia. En vez de ofrecer algo relacionado a todas las decisiones que has tomado durante el juego, te presenta cuatro botones (tres al frente, uno aparte) para elegir el final que consideres más adecuado. Más decepcionante es notar que la diferencia entre cada uno es sólo lo que dice Adam, el video es prácticamente lo mismo. Mucho menos hay alguna reconvención o continuación de la historia, todo termina allí.

Deme dos Praxis. En papel de regalo por favor.

No estamos frente a un juego de acción indiscriminada, ni a un juego de rol con todo, sino uno que hace justa justicia a su símil Deus Ex. Aunque Deus Ex: Human Revolution es menos profundo e imperfecto en varios términos como precuela, no por eso es un juego malo. Gracias a sus múltiples formas de tomar una misión y un vivo mundo, es difícil quedarse enfrascado siguiendo la historia.

Rejugarlo es algo que querrán algunos y que no harán otros. Dado que Deus Ex: Human Revolution extrañamente no tiene “New Game+”, tienes que empezar nuevamente desde cero. Podrás tomar otra aproximación al problema (más violenta o más pacífica), pero la resolución se mantendrá “equivalente”. Como no puedes cambiar el final, ni menos el orden de las cosas, es difícil querer una segunda oportunidad al menos que estés muy convencido de haber tomado los peores caminos posibles.

Lo imperdible

  1. El vivo mundo de Deus Ex: gráficas, sonido, escenario, etcétera.
  2. Múltiples formas de abordar una misión
  3. La actuación vocal es excelente y creíble
  4. Lleno de referencias
  5. DirectX 11 como debe ser, no tesela un mar debajo del piso como en Crysis 2.

Lo impresentable

  1. DirectX 11 no ofrece cambios gráficos drásticos
  2. Los jefes de nivel
  3. Las decisiones ofrecen leves consecuencias
  4. No hay New Game+, Comienzas todo de nuevo, desde cero
  5. El final

¿Qué significa esto?

Link: Todo sobre Deus Ex: Human Revolution en Niubie

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