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NB Labs: I Am Alive

Supervivencia al estilo clásico, plataformas y una ciudad destruída en el nuevo descargable de Ubisoft.

Plataformas: Xbox Live ArcadeDesarrollador: Ubisoft ShangaiDistribuidor: UbisoftPrecio: 1200 MS Points (USD $15)

De entrada, I Am Alive deja claro que se toma las cosas en serio en cuanto a sus mecánicas puramente jugables: la barra de resistencia en la parte superior de la pantalla es un recurso que prácticamente no existe en ningún juego de esta generación que incluya colgarse de paredes y plataformas; yendo más lejos, el último juego que recuerdo con este sistema fue Shadow of the Colossus.

Y parece un detalle menor, pero es parte de un puñado de excelentes decisiones tomadas por la gente de ¿Darkworlds? ¿Ubisoft Shangai? No queda claro, dado el tortuoso desarrollo de I Am Alive. Pero a estas alturas da lo mismo, cuando los resultados están a la vista y el juego es un survival como los que ya no salen, apelando a elementos y mecánicas casi olvidadas.

Uno de aquellos elementos es el mero hecho de que tanto los items y las municiones en general escasean, al punto de que es muy común andar como máximo con un par de balas en el cargador, lo que obliga a racionar y gestionar de la mejor forma posible el inventario; incluso, es posible “blufear” a los enemigos apuntándoles con la pistola pero sin ejecutar un solo disparo. Basta con levantar el arma y listo, aunque claro, tampoco es recomendable quedarse mucho rato sin tomar acción alguna, a riesgo que se descubra el engaño.

El argumento en I Am Alive bebe mucho de obras tipo Soy Legenda (las similitudes en los títulos no son coincidencia). La ciudad ficticia de Haventon ve como Adam, el protagonista, vuelve a la ciudad destruída por un cataclismo en búsqueda de su familia. Haventon no está vacía, sino que pululan unos pocos sobrevivientes inofensivos y otros bastantes hostiles que pueden complicar bastante las cosas si no se estudian sus patrones de movimientos y acciones.

Lo cierto es que el juego tiene mecánicas jugables algo atípicas, y de hecho queda la sensación de que derechamente no funcionarían en cualquier otro título de acción más tradicional. Los enfrentamientos con grupos de 4 o más enemigos se hacen algo pesados precisamente por lo limitado del arsenal y de los recursos en general, amén de que a veces el control puede jugar malas pasadas. El combate cuerpo a cuerpo a veces se sienten bastante tosco, y que decir a la hora de poner los pies en polvorosa, acción prácticamente imposible la mayor parte del tiempo.

Dejando de lado aquellas taras, I Am Alive es un buen ejercicio como un juego de supervivencia pura. Primero, porque su puesta en escena es soberbia, aún cuando su apartado técnico está lejos de ser de los mejores, y porque el sistema de juego va obligando al jugador a ir tomando decisiones cruciales sobre la marcha. Por ejemplo, hay edificios gigantes a escalar y donde la barra de resistencia simplemente no es suficiente; afortunadamente, se pueden colocar “puntos de descanso” para recuperar dicha barra, pero urge antes que nada encontrar los objetos que permiten esos puntos, y segundo, saber bien donde colocarlos para que sean útiles. Equivocarse en algo tan sencillo como esto puede significar tener que rehacer una zona completa.

Por otra parte, el juego cuenta con dos niveles de dificultad, aunque el óptimo para disfrutar la aventura es el más difícil (Sobreviviente). Y no porque los enemigos sean más duros o algo por el estilo, sino porque simplemente, en este nivel de dificultad los reinicios son limitados y si se acaban, hay que volver al punto de guardado anterior; dicho sea de paso, los puntos de guardado están bien separados entre sí. Muy al estilo de las famosas continuaciones que eran muy frecuentes en los juegos más antiguos, hay que tener claro el momento donde vale la pena utilizar un reinicio o simplemente comenzar de nuevo en el capítulo correspondiente a riesgo de desperdiciar una oportunidad.

La progresión de las misiones dentro del juego varía un poco dependiendo de los objetivos actuales. Algunas veces se trata solo de llegar a un lugar en específico sin más, otras veces, conseguir algún objeto custodiado por enemigos. Pero la gracia está en la forma que se integran estas misiones a todo el argumento, que puede ser tan simple como un hombre buscando a su familia y encontrándose con otras cosas en el camino que lo mantienen ocupado; y todo, envuelto en una ambientación sencillamente notable y con un argumento serio, aún cuando nunca se profundiza más allá de su parte troncal.

En el camino de I Am Alive se nota que su desarrollo fue algo complicado, y prueba de ello es la irregularidad visual del juego en general, con detalles de iluminación muy bien logrados y otros dignos de la generación pasada. Aún así, lo que funciona derechamente bien es el núcleo de juego, que se compone no de uno sino de varios elementos: la ambientación es de primera clase, el plataformeo es exigente -si Uncharted implementara algo por el estilo, otro gallo cantaría-, la gestión del inventario en general hay que estudiarla, y si bien las misiones son lineales, el escenario da espacio para la exploración y de hecho hacerlo puede otorgar premios bien jugosos de cara al puntaje final. La aventura en total puede llegar a durar unas siete horas, y pese al ritmo a veces cansino nunca se hace pesada y se logra ir manteniendo el interés del jugador de principio a fin, sin decaer y aún cuando el clímax pudo haber estado algo más desarrollado.

I Am Alive pertenece a un género hoy en día escaso. Y a la larga no tiene nada que envidiarle a sus pocos pares y logra convertirse en un survival sin horror de tomo y lomo, puramente con unas cuantas mecánicas bien resueltas y que apelan a la inteligencia del jugador, aún cuando su dificultad está lejos de ser imposible. No, no recurre a los zombies ni a nada sobrenatural, y de hecho tampoco a sobresaltos simplistas ni giros argumentales dignos de Shyamalan. Simplemente, arma una narrativa sencilla a la vez que sólida, monta un escenario creíble, y no se complica en exceso con tiroteos ni acción desenfrenada, sino más bien al contrario. Y en esa calma y solidez está su gran virtud, lejos de otros ejercicios tan espectaculares que finalmente terminan siendo más cáscara que esencia. No es un juego perfecto ni mucho menos, pero tiene suficiente calidad como para hacer que la niebla no termine de ocultar el sol, justo al revés de lo que pasa en Haventon.

Lo imperdible:

– Su presentación es soberbia, pese a algunos defectos visuales
– El argumento es sencillo a la vez que sólido y creíble
– Gestión de inventario y objetos, barra de resistencia, barra de energía, continuaciones limitadas: un survival de verdad

Lo impresentable:

– Leves problemas con el control que a veces dejan al jugador demasiado expuesto

¿Qué significa esto?

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