El regreso de John-117, también conocido como Jefe Maestro, ya tiene fecha: el próximo 6 de Noviembre, Halo 4 aterrizará como prácticamente el último gran estandarte del ciclo de la Xbox 360. La apuesta de Microsoft es poner toda la carne en el asador: con Bungie fuera de la ecuación, se creó un estudio completamente desde cero y que tiene a más de 250 personas trabajando en su primer gran título.
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343 Industries carga en sus hombros con la gran responsabilidad de suceder a los creadores del universo Halo, que en cada juego lanzado se las arreglaron para entregar una experiencia única y muy diferente a los shooters en primera persona que se han hecho tan comunes hoy en día. Y es que todos los apartados de un Halo cuentan con particularidades que ya son marca registrada de la saga y que tienen que cuidarse al extremo para no alienar a la fanaticada: la campaña, su narrativa, y el extenso y sempiterno modo multijugador.
A poco más de seis meses de su lanzamiento, con poco y nada visto realmente del juego, los fanáticos de Halo se preguntan: ¿qué podemos esperar de Halo 4?
Respetando su identidad
La historia de Halo 4 comienza cuatro años después del final de Halo 3, con el Jefe Maestro esperando que Cortana lo despierte “cuando lo necesite”; Halo 4 sentará las bases para un nueva trilogía (Reclamador) en cuanto a jugabilidad y también en lo que respecta al argumento. Hasta ahora, lo poco que ha salido desde el estudio cuenta que el Jefe Maestro y Cortana ven como la nave Forward Unto Dawn en la que se transportaban se ve invadida por enemigos que parecen ser parte del Covenant, aún cuando estos habían pactado una tregua con los humanos, pero la falta de uniforme militar hace creer que se trata de alguna facción rebelde. Por motivos que se sabrán en su momento, los restos de la nave que llevaban a John y Cortana terminan aterrizando en Requiem, una especie de ecosistema de los Forerunner donde se conocerá un nuevo enemigo.
Este nuevo enemigo no es algo que “se ve diferente, pero se enfrenta igual a los anteriores”, según dicen en 343; al contrario, es una expansión importante en el mundo y en la jugabilidad de Halo. Requiem en sí es un nuevo lugar por descubrir, un planeta donde coexiste flora y fauna alienígena junto con arquitectura de los Forerunner que va a ser muy diferente a la vista en juegos anteriores. Y todo, en pos de refrescar el universo que por más de una década ha estado activo y presente en cada una de las entregas de Halo.
A diferencia de la generación anterior, Halo en Xbox 360 no ha destacado por un apartado visual al nivel de los exponentes tipo Uncharted o Gears of War; sus virtudes técnicas siempre han estado más ligadas a lo que no es tan evidente a los ojos. Pero 343 promete redefinir un poco el aspecto del juego y para eso se trabaja con una versión revisada del motor de Halo: Reach, que ahora cumple con los estándares mínimos de la alta definición, a una resolución nativa de 720p y con antialiasing tipo FXAA. Además, se ha trabajado en nuevas animaciones gracias a la captura de movimientos, para darle un estilo más humano y fluído al juego.
Parte importante de la tecnología de Halo es la inteligencia artificial. Hasta ahora, poco se ha hablado del tratamiento de esta, pero si en 343 quieren respetar las señas de identidad de la saga, es obligación mantener un comportamiento enemigo a la altura de las circunstancias. El equipo creativo consideró incluso una aproximación más directa a la campaña, con más eventos pre-programados, pero finalmente se decantaron por entregarle al jugador la libertad de siempre en cuanto a la forma de encarar la acción. Quienes han jugado algún Halo saben que nunca un nivel se juega dos veces igual.
Eso sí, la idea es dejar un poco de lado lo táctico que fue Reach, y acercarse un poco a la rapidez y el frenetismo de Halo 3. Probablemente mucho tenga que ver con el protagonista: el Jefe Maestro corre solo, y aun cuando siempre tuvo quien lo acompañara en la lucha, siempre fue él quien resolvió gran parte de los problemas y sin esconderse de nadie. En 343 quieren retomar esa sensación de combate más rápido y más directo, acorde a las características y la suerte de John-117.
Un multijugador mejorado y expandido
Desde el estudio ya habían anticipado que el multijugador de Halo 4 no va a tomar simplemente escenarios de la campaña y modificarlos como mapas donde rojos y azules se enfrenten entre sí. El nuevo multijugador tendrá una razón de ser, y estará muy ligado al argumento de la campaña principal, tanto así, que por primera vez se sabrá por que los Spartans se enfrentan entre ellos. Dice Josh Holmes, parte del equipo creativo de Halo 4, que el universo de Halo siempre entregó esa sensación de estar en un espacio y en un lugar especial, pero dicha sensación se pierde al entrar al multijugador.
Halo 4 da la bienvenida a Infinity, una nave gigante de la UNSC donde se entrena el programa Spartan IV, super soldados vestidos en una nueva variación más liviana de la clásica Mjolnir. En la Infinity, los soldados Spartan pueden practicar y entrenar en un ambiente de realidad virtual que replica todos los posibles escenarios de batalla. El multijugador en general estará basado en un esquema de grados muy similar a lo visto en shooters como Call of Duty. Ahora, los jugadores irán recibiendo “puntos Spartans” que podrán utilizarse para ir desbloqueando mejoras en pos de la personalización de las clases: armas u objetos para la armadura.
El entrenamiento de los Spartans dentro de la Infinity, eso sí, tiene una razón de ser, y aquí es donde entra el nuevo modo de juego multijugador llamado Spartan Ops, un sistema de juego de misiones cooperativas donde son enviados los soldados. Las Spartan Ops tendrán un formato similar al de una serie de televisión, y periódicamente se irán liberando nuevas misiones y videos que vayan desenrollando el argumento en lo que será una especie de historia paralela a la campaña principal de Halo 4. Además, en este modo los jugadores utilizarán el personaje del multijugador, con las variaciones y personalizaciones que también estarán presentes en Halo 4.
Lo mejor de todo, es que todo el contenido de Spartan Ops no será DLC de pago, sino que simplemente, llegara como parte de la experiencia que se adquiere en cada copia de Halo 4. Ninguna de las misiones ni los videos que se vayan liberando semana a semana van a ver a los jugadores desembolsando un centavo, sino que la idea de 343 es construir una comunidad alrededor del juego y tener a esos jugadores enganchados por varios meses después del lanzamiento, en algo que podría ser inédito y quien sabe, hasta el camino a seguir por otras desarrolladoras.
En lo que respecta al multijugador competitivo, hay algunas modificaciones a la estructura ya conocida de Halo. Ahora, será posible ingresar a partidas en progreso, a diferencia de todas las versiones anteriores de la franquicia. La habilidad de correr vendrá equipada de serie para todos los jugadores, y se mantienen las equipaciones como el camuflaje activo, el jetpack, y se incluye una nueva de nombre Forerunner Vision y que permitirá ver a través de las paredes.
Por su parte, y como un intento de balancear un poco más la batalla, las armas poderosas que antes aparecían cada cierto tiempo en el mapa ahora no tendrán ubicaciones fijas y podrán verse caer en cualquier lado. El sistema de medallas ha sido rediseñado, y ahora al morir no habrá que esperar unos cuantos segundos antes de volver a la acción sino que se podrá hacer en el momento que el jugador quiera con solo presionar un botón.
Halo 4 promete ser la gran carta de presentación de 343 Industries, y en Microsoft parecen no haber escatimado en gastos para darle a su franquicia estrella el respaldo que se merece. Lo cierto es que la responsabilidad de continuar el trabajo de Bungie es grande, pero es difícil pensar que el equipo creativo y de desarrollo no esté a la altura de la tarea titánica que es despertar al Jefe Maestro y darle una batalla digna de su rango. Eso se sabrá recién en Noviembre; por ahora, a esperar lo que 343 vaya mostrando de aquí hasta el día elegido.
Fuente: Revista Game Informer, número 229, mayo 2012, páginas 41-50
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