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NB Labs: Silent Hill Downpour

Un nuevo capítulo de la saga preferida por los fanáticos del survival horror. ¿Tendrá lo suficiente para hacernos brincar de la silla? A continuación el veredicto

Plataformas: PS3 (analizada), Xbox 360Desarrollador: Vatra GamesDistribuidor: Konami

Título nuevo, empresa nueva, el patrón de cambiar de desarrolladora que ha seguido Konami para la saga de Silent Hill, ha generado diversas opiniones, pasando de buenas experiencias a dudosos resultados. Afortunadamente, Vatra Games se ha puesto las pilas con Silent Hill Downpour, retomando gran parte de lo que puso a la franquicia en el mapa, aunque varios errores en su ejecución opacan lo que pudo ser un digno sucesor del survival horror.

Regreso a Silent Hill

Downpour te pone en los zapatos de Murphy Pendleton, un convicto que por azares del destino termina en el misterioso pueblo de Silent Hill tras sufrir un accidente en el autobús que lo transportaba de una prisión a otra, por lo que sobreponerse a los extraños acontecimientos de la locación se convertirá en el objetivo principal para la supervivencia.

El esquema utilizado en la entrega es el mismo de las partes anteriores: visitar los diferentes lugares, resolver sus enigmas y acercarse cada vez más al anhelado escape de la endemoniada urbe mientras se desvela la historia del protagonista y del lugar.

Desde muy temprano en el juego lo primero que salta es el detalle con el que se ha dotado a los escenarios: calles, cuevas, casas, edificios y, por supuesto, largas avenidas cubiertas de la característica niebla que limita la visión, provocando el clásico sentimiento de claustrofobia.

Todos los espacios están integrados con diferentes objetos con los que se debe de interactuar para utilizarlos como armas para defenderse y descargar las frustraciones en las criaturas que buscarán hacer pasar a Murphy un mal rato. Las armas se irán desgastando conforme a su uso y terminarán por romperse (incluso la escopeta si es utilizada como arma de contacto) por lo que será necesario entablar una constante búsqueda de nuevas opciones y aprender sus diferencias (no es lo mismo reventar cabezas con un hacha que con un martillo).

Como se podría esperar, los combates serán pan de cada día, aunque es indispensable saber escoger las batallas y huir cuando sea necesario. El sistema de pelea no ha sufrido de grandes cambios con respecto a la entrega anterior, siendo todavía engorroso y en ocasiones desesperante acertar correctamente los golpes. Se ha eliminado la posibilidad de evasión y simplificado el sistema de defensa, y aunque cada enemigo tiene su patrón de ataque, no será tarea fácil enfrentarlos cuando se aglomeren en grupos de tres o más (sobre todo cuando llueve).

La atmósfera de tensión es uno de los elementos mejor logrados, aunque los intentos por asustar llegan a ser predecibles y van perdiendo su encanto conforme se avanza. Aun así, atravesar estrechos corredores portando un encendedor como única fuente de iluminación mantiene un sentido de alerta ante cualquier amenaza.

En cada sección del juego nos encontraremos con los segmentos de mundo alterno, lo que agrega cierto elemento de acción al activarse una persecución para eludir una entidad que absorbe todo a su paso. Estos momentos pueden parecer atractivos al inicio, pero la poca variedad entre uno y otro termina por aburrir.

Uno de los aciertos más destacables son los rompecabezas, que aunque no son tan numerosos, representan un verdadero reto a la hora de encontrar las pistas y dar con las respuestas, invirtiendo tiempo y cabeza para cada uno.

Silent and slooow

Lamentablemente, el mayor problema del juego viene en ralentizaciones y una caída ridícula en la tasa de cuadros por segundo, situación que se nota desde los primeros instantes y que permanece ahí hasta el final, particularmente al correr en espacios abiertos. Es especialmente molesto el momento de autoguardado, donde la acción se detiene completamente durante un par de segundos y rompe drásticamente con la acción en pantalla.

La contrariedad alcanza niveles frustrantes cuando se presenta durante los enfrentamientos, haciendo en ocasiones imposible defenderse o incluso atinar con un disparo de escopeta al objetivo.

De igual forma, los movimientos extraños que realiza la cámara de vez en cuando pueden molestar a la hora de explorar las diferentes zonas en búsqueda objetos o elementos que ayuden a resolver los misterios.

Gráficamente el título se mantiene discreto: cumple su función, a pesar de que no denota nada sobresaliente. Las locaciones, aunque son variadas, se presentan demasiado genéricas a ratos, usando diseños similares a lo largo y ancho del mapa. La construcción de los personajes se acopla bien a la trama y al concepto de Silent Hill en términos generales, aunque la actuación de voz pudo ser mejor, así como las características estéticas del protagonista.

Una de las grandes ausencias por supuesto son las piezas musicales del legendario Akira Yamaoka, sustituidas por unas cuantas melodías y sonidos de fondo que no llegan a causar la misma inmersión lograda que con las obras del compositor en entregas anteriores.

Punto de partida

La campaña de juego principal dura aproximadamente 10 horas en total, con cuatro finales disponibles. Además, el gran mapa cuenta con un gran número de misiones secundarias, lo que prolonga la experiencia

Silent Hill Downpour cumple someramente el objetivo de regresar la saga a sus raíces, presentando un argumento sólido, una historia interesante y alguno que otro susto. Sin embargo, los serios problemas técnicos reducen en gran medida la experiencia, dejando herida una entrega que bien pudo redimir los errores pasados.

A pesar de los inconvenientes, Vatra Games entrega las bases de lo que quizá pueda convertirse en un punto de partida para futuros lanzamientos, satisfaciendo por fin las grandes expectativas que los fanáticos siguen poniendo en cada título de la serie que se rehusa a quedar en silencio.

Lo imperdible

  1. La transición al mundo alterno luce muy bien
  2. Gran variedad de objetos para utilizar como armas
  3. Rompecabezas ingeniosos

Lo impresentable

  1. Inconsistencia en la tasa de cuadros por segundo
  2. Sistema de combate engorroso
  3. La ausencia musical de Akira Yamaoka

¿Qué significa esto?

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