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NB Labs: Medal of Honor Warfighter

Una vez más Danger Close intenta rescatar la vieja franquicia de EA y muere de un headshot

Plataformas: PC, PlayStation 3, Xbox 360 (analizada)Desarrollador: Danger CloseDistribuidor: Electronic Arts

Medal of Honor es una franquicia que se niega a morir. Luego de dos versiones impecables en PSOne y una tercera que definió a los FPS de la Segunda Guerra Mundial en PC, los juegos de la saga han venido a menos. EA intentó reiniciar la franquicia en 2010 pero le salió el tiro por la culata. ¿Razones? Una campaña corta y un multijugador desabrido hicieron que el juego se quedara en la media tabla y pasara desapercibido entre los fanáticos.

Danger Close pudo mejorar en su segunda oportunidad; tenían presupuesto, el motor Frostbite 2 y la oportunidad de rescatar el nombre de una franquicia famosa. Lamentablemente repitieron la dosis y Medal of Honor Warfighter resultó ser peor, incluso, que su antecesor.

Corto, caótico y genérico


Los primeros 30 minutos son clave para entender qué es lo que verás en las próximas cinco horas, al menos en el modo campaña. El tutorial está cargado de explosiones y momentos “¡Wow!”, cortesía de Frostbite 2. Tu personaje va con un guía que te dirá qué hacer (mata a ese, pon el explosivo, detona, sígueme) y en caso que falles una, dos o tres veces el disparo, siempre te apoyará matando a los enemigos.

Warfighter abusa de los elementos típicos del shooter de esta generación: explosiones, destrucción y eventos ejecutados a base de scripts. Si en Battlefield 3 sirvieron bien para mostrar las bondades del Frostbite 2, en Warfighter se sienten forzadas. Todo el juego es un coctel de clichés vistos hasta el cansancio en la saga Call of Duty: un evento que desencadena otro, que explota y casi te mata, donde corres y tienes que llegar al helicóptero para que una música con violines amenice el momento de heroísmo.

La historia gira alrededor de Preacher, protagonista del juego anterior, en su intento por salvar un matrimonio vulnerado por culpa de las misiones que ejecuta. En algunos momentos verás bellos CGs que muestran la capacidad de los artistas de Danger Close, en otros no entenderás nada por el abuso de la terminología militar. Para ayudar un poco a armar el rompecabezas se utiliza el agotado recurso del flashback, lamentablemente todo queda en un buen intento y el modo campaña se siente como un grupo de misiones sin pie ni cabeza.

En términos de jugabilidad se intentó transmitir lo peligrosas de las misiones de los Tier 1, pero ya en la práctica el único peligro será atorarse con una parte del nivel ya que a los desarrolladores se les olvidó afinar las colisiones (como en la misión Changing Tides). Los enemigos jamás representarán un verdadero reto gracias a la pobre inteligencia artificial y el exceso de ayuda por parte de tu compañero de equipo: se lanzan hacia ti como oleada zombi y en caso de que falles en acertarles, tu pareja se encargará de ellos.

Ni jugándolo en la dificultad más alta o con las ayudas desactivadas logré engancharme con Warfighter. El pobre diseño de los escenarios se nota desde la base, peor aun en los intentos desesperados por reproducir la misión Ghillie in the Mist de Call of Duty 4. Hay pocos elementos visuales para guiar al jugador y lograr la inmersión. Por ahí hay algunos momentos «épicos» al romper las puertas pero se abusa tanto de ellos que terminan volviéndose tediosos.

Jugándolo con amigos


Es común que las campañas duren menos en juegos de este corte, basta ver la saga Call of Duty o Battlefield 3. En Warfighter las cosas no cambian mucho y después de unas cinco o seis horas (dependiendo de la habilidad) podrás cambiarte al multijugador. La versión de Xbox 360 que probamos tenía esta modalidad en un disco separado.

El multijugador tiene varios elementos interesantes como para destacar, sin embargo requiere bastante dedicación y paciencia durante las primeras horas para entender qué debes hacer. Este Medal of Honor ofrece lo mismo que otros juegos de la competencia: juego organizado por clases, cada una con determinadas habilidades y armamento que puede personalizarse.

Para darle variedad podrás ser coreano, sueco, inglés, canadiense o del escuadrón que te venga en gana. De entrada solo tienes disponible la clase de Asalto y Sniper, sin embargo podrás ir desbloqueando el resto a medida que avanzas. Todo genera puntos que permiten acceder a clases y mejoras en el armamento, algunas estéticas y otras tácticas.

La propuesta de jugabilidad en parejas se me hizo interesante, aquí ambos se apoyan con armamento y el estar cerca permite que ambos ganen más puntos o que puedas identificar más rápido a los enemigos. Lo cierto es que necesitarás a un compañero que esté dispuesto a hacer equipo y no el típico lobo solitario que gusta acumular kills.

En los modos de juego no hay nada novedoso: deathmatch por equipos, cumplir objetivos, controlar puntos o capturar la bandera; eso sí, con otros nombres y ligeros cambios de regla. Para entenderlos es más cuestión de prueba y error, aunque no es física cuántica y en menos de lo que esperas ya estarás acumulando muertes.

Si quieres desquitar la inversión y no tienes problema en jugar partidas que no aportan nada nuevo al género, el multijugador es tu opción. Clases, habilidades, un sistema de progresión y muchos desbloqueables te esperan. La recompensa será una clase personalizada que se adapta a tus necesidades.

Tal vez el diseño de niveles tan regular y la pésima interfaz de usuario opaquen este apartado. Este último punto resalta en la campaña pero es el multijugador en donde más afecta gracias al despliegue de información en letras tan pequeñas. Este tipo de diseños aplica más para juegos de PC donde se manejen muchas opciones (como un Football Manager) y no en un juego de disparos.

Baja sin honores


A grandes rasgos Medal of Honor: Warfighter es un juego que va de lo regular a lo mediocre; la propuesta es genérica y utiliza todos los recursos que ya se han visto por años. Si bien no podemos juzgarlo por no proponer nada nuevo al género (Battlefield o Call of Duty no lo hacen) si podemos castigarlo por una mala ejecución.

Danger Close tenía la oportunidad de rescatar la saga y la desperdició una vez más. Ni el Frostbite 2 lo salva, de hecho hace ver al motor gráfico bastante malito con algunas texturas que parecen del 2006 (aun instalando el parche HD a la consola). La pobre inteligencia artificial, una campaña insípida y un diseño de niveles opacan las pocas opciones rescatables.

Si quieren más de lo mismo no los juzgo, puede que el multijugador los entretenga por algunas horas. Tal vez sea mejor rentarlo durante un fin de semana para echarle un vistazo. Mi experiencia más que placentera fue masoquista, siempre tuve la idea de que algo bueno vendría y nunca ocurrió.

Lo imperdible:
– Los CGs que cuentan la historia
– Buen diseño de sonido
– Multijugador te engancha después después de varias horas

Lo impresentable:
– Pésima inteligencia artificial
– Pobre diseño de niveles
– Campaña corta y confusa
– No propone nada al género

Lo que esperamos que no ocurra jamás:
– Que lancen otro Medal of Honor tan malo como este.

¿Qué significa esto?

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