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A Primera Vista: Tomb Raider

Jugamos las primeras horas del renacimiento de la señorita Croft y sobra decir que será un juego que seguramente no decepcionará a los fieles seguidores de la aventura.

Cuando pienso en la nueva travesía de Lara Croft siempre viene a mi mente una de las leyes más elementales de la vida: “caminar, correr, tropezar y levantarse”. Y es que el equipo de Crystal Dynamics ha demostrado seguir al pie de la letra dichas directrices, levantando poco a poco una de las series más icónicas dentro de la industria que ha sido víctima de varios tropiezos en su camino.

Tomb Raider es más que un juego viejo con sombrero nuevo (efecto Stacy Malibú), se trata de un auténtico renacimiento que toma el concepto básico de sus antecesores y lo rediseña para darle un toque más “humano” y abierto en relación con sus actores y escenarios. Así, el título representa una inigualable bocanada de aire fresco para todos los fieles seguidores de la asalta tumbas, aunque su propuesta es fácilmente comparable a otros representantes del género.

Naufragio

Lara Croft, en compañía de un grupo de investigadores, se embarca en un viaje de exploración para descubrir los misterios que guarda el Dragon’s Triangle, zona ubicada a 100 kilómetros de las costas de Tokio, Japón, y de la cual se dice alberga un gran tesoro. Por desgracia, el barco donde viaja la joven antropóloga y sus colegas sufre un cruel naufragio, arrojando a los sobrevivientes a una misteriosa isla.

Tras perder el conocimiento en el incidente, la protagonista despierta colgada boca abajo en una sombría cueva sin pista de sus captores o acompañantes, por lo que tendrá que librarse de su cautiverio y develar la situación en la que se encuentra. Es en esta parte donde el jugador toma el control de las cosas por primera vez, dando paso a una especie de tutorial que da los pormenores del control de una forma bastante dinámica.

¿Qué tan difícil es la curva de aprendizaje? Si alguna vez tuvieron la oportunidad de jugar la serie Uncharted, Tomb Raider será como estar en casa, ya que los movimientos y piruetas de la británica no distan demasiado del repertorio protagonizado por Nathan Drake, algo que se manifiesta de manera más clara en todas aquellas locaciones donde se exige escalar para seguir avanzando. Por supuesto que existen algunas variaciones en su diseño -como apretar un botón para no soltarse y caer al vacío en determinadas partes- pero son pequeños cambios que apenas se dan a notar.

Los primeros momentos del juego se centran en escapar de la cueva donde misteriosamente aparece Lara, presentando alguno que otro puzle y quick time event que seguramente tomarán más protagonismo en pantalla conforme se avance en la historia. Pero, a diferencia de otros juegos donde este tipo de recursos se desgasta y termina por chocar (Resident Evil 6), su adición en Tomb Raider no se siente metida con calzador, e incluso le permite al jugador poner atención a otros elementos mientras acontecen.

Guía de supervivencia

Una vez superado el primer escenario llega el momento de explorar, internándose en la peligrosa isla compuesta por parajes llenos de vegetación y vida salvaje, donde la primera regla para sobrevivir es encontrar los medios necesarios para defenderse y afrontar los diferentes retos que impone el mismo ecosistema. Además, tal y como se esperaba, el lugar está habitado por un grupo armado llamado Scavengers, los cuales no estarán muy felices con la visita de Croft y asociados (esto sin mencionar a las hambrientas jaurías de lobos que rondarán constantemente entre la flora).

La primera arma a la que tiene acceso la heroína es arco y flecha, aunque las pistolas, los fusiles y otros juguetitos basados en el poder de la pólvora también estarán disponibles. De esta forma, la misma variedad permite escoger de entre dos formas para hacer frente a las peleas: de manera sigilosa con el arco (que también sirve para crear distracciones) o disparando ráfagas de plomo por todo el lugar. Como podrán imaginar, esto le agrega un extra nada despreciable a la aventura y se agradece que las diferentes “balaceras” no estén basadas en un script.

Por supuesto que la exploración no sólo se trata de hallar armas y acabar con los malos, también es necesario hacerse de otros artículos que ayuden a abrirse paso entre los espesos caminos. Tal es el caso del confiable piolet, el cual debe ser mejorado constantemente para acceder a nuevas zonas y descubrir otros parajes. Y es que Tomb Raider añade a su fórmula algunos elementos del género de rol, táctica cada vez más frecuente en los shooters en tecera persona.

Dentro de este último aspecto encontramos dos vertientes indispensables: los puntos de experiencia y los diferentes materiales. Los puntos sirven para mejorar las habilidades de Lara y agregar nuevos trucos a su repertorio (como mejorar su puntería, regenerar vida de manera más rápida y agudizar el instinto de supervivencia); por otro lado, los materiales están destinados a fortalecer las armas y el equipo en general, algo que sin duda le inyecta frescura a la franquicia, aunque tiene muy poco de novedoso.

Ahora bien, si la exploración no es lo suyo, despreocúpense, ya que la señorita Croft cuenta dentro de sus haberes con el Instinto de Supervivencia, habilidad que revela hacia dónde hay que dirigirse o la posición de las piezas para armar un puzle sin quebrarse mucho la cabeza. También es útil a la hora de buscar animales entre la maleza o dar con entradas secretas que conduzcan a alguna tumba ancestral para hacerse de sus objetos. Básicamente, se trata de una ayuda extra para los jugadores desorientados que no encuentren el camino a seguir, y pese a que su uso es completamente opcional, no me cabe la menor duda de que más de un “hardcore” terminará por acudir a este por lo menos una vez.

Después de todo, eres una Croft

Uno de los grandes aciertos del nuevo Tomb Raider es el hecho de que Crystal Dynamics ha puesto especial énfasis en el desarrollo de su heroína, dejando de lado la imagen de la aventurera experimentada y entregando en su lugar a una joven asustadiza que debe curtirse poco a poco ante las diferentes amenazas. De hecho, no son pocas las veces en las que la misma Lara pone en tela de juicio sus capacidades para afrontar los peligros de la isla, aunque de alguna u otra forma logra anteponerse y superar las adversidades. Después de todo, es una Croft.

Para agregar más condimento a este atributo, el diseño de la joven aventurera es bastante acertado y cumple con la imagen que los desarrolladores tratan de plasmar. En diversas ocasiones, Lara se lastima severamente, padece de las inclemencias del frío o simplemente se torna completamente exhausta, estados que se reflejan excelsamente en sus expresiones faciales.

Finalmente, con la intención de complementar el buen diseño de los personajes, los escenarios selváticos también saltan a la vista con su magnífico manejo de las luces y sonidos, y pese a que la banda sonora no es nada del otro mundo, se complementa adecuadamente con lo mostrado en pantalla.

La primera impresión que nos ha dejado Tomb Raider es bastante positiva, y estamos seguros que el producto final no decepcionará a aquellos que le den una oportunidad a principios de marzo. Tal vez la única queja que podríamos señalar es la clara similitud que comparte con juegos como Uncharted o Far Cry 3, pero todo queda perdonado por la maestría de los desarrolladores de tomar un concepto y hacerlo funcionar nuevamente.

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