Lo último que se supo de un BioShock para Vita fue lo que comentó Ken Levine hace ya unos cuantos meses atrás: simplemente, es una decisión de negocios. Que la idea le gusta, pero que la decisión final no es suya y menos ahora cuando BioShock Infinite está recibiendo los toques finales.
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En todo este tiempo las cosas no han cambiado, y así como van, no parece que lo vayan a hacer en el futuro. El propio Ken Levine comentó, en podcast con IGN, que todo sigue igual. Pese a sus ganas de poder crear un juego portátil, los ejecutivos de Take Two son los que finalmente tienen la última palabra:
«Tengo los dedos cruzados de que finalmente se pueda hacer, porque es algo que realmente me interesa. Pero hasta que nadie le ponga su firma a los cheques, no hay nada que yo pueda hacer».
Sería ideal que, una vez que Infinite esté en la calle, la gente de 2K, Take Two, o quien sea, salga a la palestra a dar una palabra sobre el juego que sean diferentes a las que ha dicho Levine por ya bastante tiempo. Por último, si finalmente va a quedar como una de esas muchas promesas que no llegan a puerto, que se diga y ya.
Por ahora, habrá que conformarse con Infinite, que sale a la venta en marzo.
Link: BioShock Infinite’s Ken Levine on PS4, Vita and Marketing (IGN)