«Más estudios cerrarán y verán más juegos en PC y plataformas móviles». Esa fue una de las tantas declaraciones que realizó el ex-hombre fuerte de Epic Games, Cliff Bleszinski, a través de su cuenta de Twitter.
Bleszinski apoyaba con ganas la visión que tenía Microsoft sobre la próxima generación de consolas y tras el ‘arrepentimiento’ de las bases de la Xbox One, el creador de Gears of War no tuvo reparos en pronosticar que será pésimo para la industria:
«He visto las cifras de venta de reales versus los usuarios únicos (gamertags), y los números no son buenos. Quiero que los desarrolladores que trabajan a más no poder reciban el dinero por cada copia que su juego venda, en lugar (que la reciba) Gamestop. Pero a la mierda yo, ¿no?
Prepárense. Se avecinan más ventas basadas en el multijugador y en los contenidos descargables. También verán como las microtransacciones se disparan (en abundancia en los juegos que vienen). ¡A celebrar!
Verán como las versiones digitales de sus juegos favoritos cuentan con características y contenido extra para preferir ese formato sobre el tradicional (físico). ‘Hagan lo que sea necesario para mantener ese juego en la bandeja’ es la mantra de los desarrolladores en un mundo basados en discos. Recuerden que la distribución digital nos trajo juegos como (Far Cry) Blood Dragon y Minecraft a consolas.
Al final de cuentas, muchos jugadores hardcore rechazaban lo que intentaba (Microsoft). No puedes tener éxito en ese espacio con tanta de tu audiencia principal disconforme, especialmente cuando los usuarios tienen opciones. La naturaleza del capitalismo promueve la competencia y Sony utilizó eso».
Finalmente, quitó mérito a las quejas y postura de los jugadores asegurando que fue Sony quien le dobló la mano a Microsoft, no el «lloriqueo de la internet». Entiendo que como desarrollador busque proteger el trabajo de sus colegas de la amenaza (y nula ganancia) del mercado de segunda mano, pero esa postura de «asustense, lo peor está por venir» no ayuda mucho tampoco.
Los argumentos de Cliff sólo mencionan a los usuarios para asustarlos sobre las consecuencias del paso atrás que tomó MS, sin considerar jamás que la manera en que se comunicó la idea tras la Xbox One fue imprecisa, desafortunada, pobre y especialmente poco atractiva para el comprador final. De hecho, hasta el día de hoy no recuerdo un argumento de peso con que MS haya vendido de manera atractiva para los usuarios el por qué se justificaba conectar la consola obligatoriamente cada 24 horas o la eliminación a los juegos usados. Ni una.
La ecuación es clara: hacen falta desarrolladores y usuarios… hay que cuidar a ambos grupos por igual. Si su idea es asustar a los jugadores por el negro panorama que traerá esta nueva política de Xbox One, por lo menos ahora podremos optar a comprar las versiones físicas, optar a ignorar las microtransacciones y seguir como si nada.
Hay que convencer, invitar e incentivar, jamás imponer, jamás obligar. Recuerden que somos nosotros, «los llorones», quienes compramos sus juegos.
Link: ‘Sony forced Microsoft’s hand, not the internet whining’, says Bleszinski (CVG)
