Resogun [NB Labs]

Plataforma: PlayStation 4Desarrollador: HousemarqueDistribuidor: SCEAPrecio: USD $15, gratis con PS Plus

Housemarque da en el clavo con RESOGUN (de ahora en adelante, Resogun) en dos planos diferentes. Uno, funciona perfectamente como tech demo de lo que es capaz de hacer la nueva generación en cuanto a la presentación visual de los juegos. Muchas partículas, muchas explosiones, muchos colores vibrantes.

Y dos, Resogun como shooter al estilo vieja escuela es un tremendo acierto. La fórmula más básica es la de siempre (destrúyelos a todos), pero las modificaciones son las suficientes como para que el juego nunca se sienta plano ni desabrido en cuanto a mecánicas.

Resogun es en gran parte un simulador de ambulancias futurista. Tal como lo dice el narrador al comienzo de cada nivel, el objetivo no es destruirlo todo sino “salvar a los últimos humanos”. En cada cilindro que representa un nivel hay diez monigotes encerrados en cajas de cristal; luego, aparecen en escena un grupo de enemigos denominados keepers que al destruirlos todos liberan a un cierto humano de su encierro. Los humanos liberados no hacen más que vagabundear por el nivel a la espera de ser tomados y llevados a la nave salvavidas.

Por supuesto, uno puede olvidarse completamente de los humanos y dedicarse a destruir enemigos hasta completar un nivel. Aunque claro, la gracia está en que por humano rescatado hay un premio en puntaje y también en vidas extras, escudos, ataques especiales, o etcétera. Cada nivel está dividido en tres secciones y se cierra con un jefe final que dependiendo de la nave a utilizar puede ser la dificultad para terminarlo.

A grandes rasgos, describir Resogun es bastante sencillo. Los niveles son solo cinco, las naves son solo tres, y no hay mucho más que un modo arcade donde los niveles se suceden uno tras otro, un cooperativo local, y un tercero donde se puede elegir un solo nivel para mejorar puntaje y lugar en las tablas correspondientes.

Pero aún con su sencillez, Resogun tiene una jugabilidad muy fina y donde los elementos se mezclan de manera perfecta para armar un conjunto más grande de lo que parece a primera vista. El multiplicador de puntaje actúa como incentivo para mantener el ritmo siempre arriba, casi obligando al jugador a que esté en todo momento disparándole a algo a riesgo de perder ese multiplicador; si el número está arriba y los enemigos están al otro lado del cilindro, se hace urgente aplicar el turbo e ir al encuentro de los rivales, no al revés. Lo mismo sucede con los humanos, que muchas veces o son liberados en el otro extremo, o el grupo de enemigos asociado a un humano aparece fuera del alcance de la nave y hay que abrirse paso ya sea usando el turbo o gastando una bomba para evitar perder una vida (y de paso, un humano).

Por encima de todo, Resogun está en todo momento adornado con explosiones y detalles que parecieran posibles solo gracias a la potencia de la PS4. La presentación juega un papel importante en la calidad del juego, pero a no equivocarse: el mayor acierto de Resogun no es su apartado visual, sino lo aceitado de su jugabilidad que bebe de los títulos más representativos del género -y también de trabajos anteriores de Housemarque- y que además moderniza el concepto de una forma bastante única.

Es irónico que a Resogun se le haya tratado casi con desdén desde su anuncio hasta ahora. Probablemente nadie daba muchos pesos por el juego, y ahora con la PlayStation 4 en la calle es por mérito propio uno de los infaltables del catálogo. Está incluido en la suscripción de PlayStation Plus, pero aún a precio completo -USD $15- su compra está más que solo “justificada”; poco, muy poco tiene que envidiarle en calidad al resto de exclusivos de lanzamiento. Quizás lo único criticable es su -relativo- poco contenido en forma de más niveles, pero al final cuando lo único que realmente importa es mejorar y mejorar los puntajes, todo lo demás pasa a segundo plano.

¿Qué significa esto?