La fiebre por Flappy Bird ha llegado a tal nivel, que los propios dueños de las tiendas han decidido ponerle freno. Tanto Google como Apple están prohibiendo todos los nuevos juegos que lleven la palabra «Flappy» en su título.
Uno de los afectados por esta medida fue Ken Carpenter, diseñador de Mind Juice Media, que quiso subir a la App Store un juego llamado «Flappy Dragon»; sin embargo, desde Apple la rechazaron porque «intentar aprovecharse de una marca ya existente». Carpenter logró subir con éxito su aplicación a la tienda de Google, sin embargo los resultados fueron similares: el juego estuvo en línea por un rato, luego desapareció del buscador, y finalmente fue removido sin previo aviso.
En cualquier caso, la movida de Google y Apple no es de extrañar. Ambas tiendas se han llenado de clones de la popular aplicación, por lo que de alguna manera parece «justo» que quieran frenar la avalancha, y para ello nada mejor que prohibir la frase más representativa de su nombre.
Ahora solo falta que obliguen a cambiar de nombre a todos los que se aprovecharon de Flappy Bird. De hecho, algunos ya comenzaron: Flappy Bee se convirtió en Jumpy Bee.
Link: TechCrunch, Wayerless
