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Mi juego más esperado del año: Shadow of Mordor

Quiero mi ración de matar orcos, ahora.

Este artículo es el segundo de una serie donde los editores de Niubie comentan sobre el juego que más esperan para este 2014. Hoy, Raúl le grita al mundo su hype por Middle-Earth: Shadow of Mordor.

Recuerdo cuando el año pasado empecé a hojear la Game Informer y me encontré con Shadow of Mordor, juego hasta entonces desconocido. En las páginas de la revista se describía como una versión bien sangrienta y visceral del mundo de Tolkien, aunque siempre usando el enfoque lleno de espectacularidad de las películas de Jackson.

¿Por qué es el juego que más espero del año? No porque sea un die hard fan de Lord of the Rings; de hecho, solo he leído los tres libros principales (cuatro contando el Hobbit) pero no he ido más allá en las historias de la Tierra Media con el Silmarilion y sus agregados. Simplemente, porque pienso que el universo de Tolkien merecía en los videojuegos un símil de lo que se hizo en el cine.

Y es que tenemos que convenir en que, si bien los juegos de LEGO son buenos, claramente están orientados a otro tipo de experiencia. Y ya han pasado varios años desde el último juego “en serio” de Lord of the Rings, que a su vez estaba basado en la trilogía de la pantalla grande.

Pero lo más interesante de todo lo que se viene en Shadow of Mordor está en la mezcolanza de elementos, más allá de lo que se usa como piso para construir la historia. En WB Games saben que tienen en el combate de Batman un sistema de excelencia, probado y absolutamente funcional; entonces, ¿por qué no usar esa expertise en un juego como Shadow of Mordor, agregando algunas cosas que en Batman quedan fuera?

Es cierto: en video, el juego se ve muy parecido a Assassin’s Creed y no tanto a Batman. Pero tuve la fortuna de verlo en vivo en el E3 pasado y las dudas que tenía sobre el juego (“un clon de Assassin’s Creed”) quedaron de lado. Se parece, sí, pero la influencia principal está en la navegación y el combate de Batman Arkham.

Por otra parte, el sistema de inteligencia artificial y jerarquías se ve bastante completo. En esa misma demostración del E3 los desarrolladores de Monolith explicaron algunos detalles que, si funcionan como se promocionan, deberían darle mucha profundidad al juego y al desarrollo de la historia. Son muchos los elementos de las jerarquías de los enemigos que pueden variar de una partida a otra, pero lo que más me llamó la atención fueron las “relaciones” que se pueden ir armando entre Talion y los orcos.

Los valores de producción del juego me dejan la sensación de que WB Games quiere que el envoltorio esté a la altura de todo lo demás. Los tráilers del juego (de jugabilidad y de los cinemáticos) hablan de un producto bien cuidado y aprovechando de buena manera la dirección artística que dejaron las producciones de Peter Jackson. Pero más importante aún, tengo la sensación de que están los elementos necesarios para hacer de Shadow of Mordor un juego potente, una aventura digna del mejor Tolkien, aún cuando los escritores se hayan tomado hartas libertades a la hora de escribir el guión.

Es el juego que más espero para este año, definitivamente; que se haya adelantado y caiga justo en el día de mi cumpleaños no me viene mal. Y no tiene multijugador ni cooperativo ni nada, lo que significa que Monolith enfocó sus esfuerzos en una sola cosa y no se repartió por varias a la vez.

La serie que comenzó ayer con Javier y Evolve se cierra mañana con Daniel Villalobos y sus esperanzas de convertirse en el Señor de los Caídos.

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