La primera semana de DriveClub ha sido, definitivamente, complicada.
PUBLICIDAD
Hace 10 años, un juego de carreras como este no hubiera tenido problemas al presentarse en su estado actual. ¿No se conecta a internet? No importa: el contenido para un solo jugador es suficiente como para ir matando las horas. Son muchas competiciones de diversos tipos en varias locaciones y con pistas diferentes.
El “problema” para DriveClub es que, como su nombre lo indica, uno de sus puntos diferenciadores está en el juego compartido. No solo en la competición en tiempo real, sino en la interacción con el universo de jugadores. En crear clubes y armar sociedad. Y eso, a cinco días desde su estreno, muy pocos -por no decir casi nadie- ha podido ver y saborear como se debe.
Como sea, nada de lo anterior empaña lo que -hasta ahora- pienso que son las mejores características de DriveClub como juego de carreras: un modelo de conducción sobrio pero efectivo, unas vistas realmente impresionantes y un modo individual que en este tipo de juegos no es tan frecuente encontrar.
Mientras que Evolution no solucione los inconvenientes, no habrá Labs del juego; creo que es totalmente necesario y justo poder probar todas las opciones que ofrece DriveClub antes de hacer cualquier valoración. Aún así, pienso también que no es buena idea ignorar el juego solo porque los servidores no funcionan; mal que mal, hay un montón de gente allá afuera que tiene el juego, lo está jugando, o simplemente quiere saber como van las cosas.
¿Como ha sido para ustedes la experiencia DriveClub hasta ahora, dejando de lado la falta de opciones en línea? Yo debo decir que no tengo queja alguna; tal vez porque mis expectativas eran más bajas, o porque no sabía exactamente que esperar al jugar offline un juego que por naturaleza -o así lo vendieron- era online.