La carrera espacial del siglo XXI parece haber alcanzado niveles inesperados, con algunos giros tan poco usuales que parecen sacados de una temporada nueva de sagas atípicas como Space Force o For All Mankind. Un perfecto ejemplo de ello es el más reciente proyecto conjunto que tienen entre manos China y Rusia, donde buscan construir, en esencia, una planta nuclear.
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Donde el jefe de la agencia espacial rusa Roscosmos, Yuri Borisov, ha anunciado, de acuerdo con un reporte de AKI Press, planes ambiciosos para una colaboración espacial entre ambas naciones en donde incluso se contempla la instalación de una central nuclear en la Luna entre el 2033 y 2035.
Esta iniciativa, es considerada un hito en la exploración espacial que busca allanar el camino para la construcción de asentamientos lunares permanentes. Dejando en claro una vez más que China va con toda la fuerza de su poderío mundial para posicionarse como líder en esta carrera espacial.
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A finales de este mes de febrero de 2024 reportamos aquí en FayerWayer cómo el país oriental estaba preparando todo para dar los primeros pasos definitivos en su ambicioso proyecto, revelado los nombres de las dos naves espaciales que espera llevarán a dos astronautas chinos a la Luna antes del 2030.
Ahora esta noticia recién surgida nos ayuda a dimensionar mejor a lo que apunta realmente con esta serie de misiones, que verá su punto culmen con la construcción de una instalación nuclear conjunta en nuestro astro satelital.
Rusia y China protagonizan una colaboración espacial nuclear con miras a conquistar la Luna
Un extenso artículo explicativo de Forbes nos da mayor contexto sobre este proyecto, gracias a que abordan los antecedentes del propio Borisov, con su experiencia previa como viceministro de Defensa y quien mencionó que la experiencia rusa en “energía espacial nuclear” será fundamental para el proyecto.
La energía nuclear se considera una fuente de energía viable para futuros asentamientos lunares, ya que los paneles solares no serían suficientes para satisfacer la demanda energética.
El proyecto, se contempla realizar de forma automatizada, sin la presencia de humanos en la Luna. La construcción de la central nuclear lunar implicaría la entrega e instalación de una unidad de energía en la superficie lunar, una tarea compleja que requerirá avances tecnológicos significativos.
En el marco de esta colaboración espacial, Rusia también planea desarrollar una nave espacial de carga propulsada por energía nuclear. Sería a final de cuentas una suerte de “remolcador espacial” con la capacidad de transportar grandes cargas entre órbitas, eliminar basura espacial y realizar otras tareas.
Por el momento el gran reto por resolver sería el asunto de cómo resolver el necesario proceso de enfriamiento del reactor nuclear.
Pero si su meta es llegar allá dentro de una década es probable que tengan tiempo más que suficiente para resolverlo.