Durante siglos enteros las cuatro lunas más grandes de Júpiter, descubiertas por Galileo Galilei en el siglo XVII, allá por el año de 1610, han sido concebidas apenas como una serie de manchas borrosas en el telescopio. Todo debido a que con la tecnología disponible esa era la única forma de observarlas, debido a la distancia. Pero eso ha cambiado finalmente y los locos de la NASA han soltado una impactante imagen de su luna volcánica más representativa: Io.
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Estamos en una nueva era y ahora gracias a la tecnología espacial de la misión Juno de la agencia espacial, ha sido posible obtener una serie de imágenes de primer plano y datos sin precedentes que nos permiten comprender mejor estos cuerpos celestes. Pero más importante aún: sumando todo lo recopilado ha sido posible montar un retrato detallado de esta luna.
La fotografía que les presentaremos hoy, por obvias razones, no es tal cuál una imagen exacta de cómo luce la luna volcánica de Io orbitando Júpiter, pero se trata de la efigie más cercana a la realidad que pueda obtenerse en la actualidad. Algo que hace décadas era simplemente inconcebible.
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Pero antes, es necesario abordar cómo pudo lograrse este milagro obra de la ciencia espacial y la tecnología de última generación.
Así la misión Juno de la NASA le tomó una foto a la luna de Júpiter
A través de un comunicado en su sitio web oficial, el Jet Propulsion Laboratory (JPL ) de la NASA reveló cómo la sonda de Juno realizó recientemente dos sobrevuelos cercanos a Io, la luna volcánicamente más activa del sistema solar. Recopilando una importante serie de datos durante estas visitas, las suficientes para comprender mejor su funcionamiento y poder ilustrar su forma real.
Las imágenes obtenidas detalles asombrosos que antes ni siquiera podíamos imaginar, como la existencia de “islas” incrustadas en un lago de lava potencialmente magmático bordeado de lava caliente, así lo relata Scott Bolton, investigador principal de este proyecto con la sonda Juno:
“El reflejo especular que nuestros instrumentos registraron del lago sugiere que partes de la superficie de Io son tan lisas como el vidrio, similares a la obsidiana volcánica en la Tierra. Io está plagado de volcanes y hemos logrado capturar algunos de ellos en acción.”
Juno se acercó a unas 1.500 kilómetros de la superficie de la luna Io durante sus sobrevuelos, logrando con ello una vista deslumbrante de la luna que podemos observar a mayor detalle en la imagen de arriba, la primera liberada por el JPL sobre este astro imponente.
Pero la NASA quiere más de la luna de Júpiter
Además de sus observaciones de Io, la sonda Juno ha recopilado también información intrigante sobre los polos de esta luna Júpiter, incluyendo una serie de datos y evidencias obtenidos mediante un Microwave Radiometer (MWR), que sugieren que existe una marcada diferencia entre los ciclones del polo norte y el sur de esta planeta. Así lo detalla comenta Steve Levin, científico del proyecto Juno. “, científico adjunto del proyecto:
“Quizás el ejemplo más sorprendente sea el ciclón central del polo norte de Júpiter. Es visible tanto en infrarrojo como en luz visible, pero su firma de microondas no es tan fuerte como la de otras tormentas cercanas. Esto sugiere que su estructura interna debe ser muy diferente a la de estos otros ciclones”.
Gracias a estos hallazgos y algunos otros datos recopilados por la sonda es posible ahora inferir que, en teoría, habría agua en la luna de Júpiter, no a un volumen tal como para formar lagos o ríos, pero sí en abundancia como moléculas de oxígeno e hidrógeno en la espesa atmósfera de Júpiter.
Si bien aún quedan muchas preguntas sobre la formación de Júpiter, los científicos tienen una herramienta brutal con la tecnología de Juno, que a cada paso nos va regalando un retrato más detallado de cómo es en realidad el planeta y sus lunas.