Niubie Labs

FIFA 11 [NB Labs]

El fútbol, según EA Sports.

Tengo sensaciones muy encontradas con este FIFA 11. Dejando de lado las preferencias personales, es bueno hacer una mini retrospectiva de lo que ha sido la saga en los últimos tiempos: año tras año, una evolución más o menos clara y notoria, incluyendo al juego de la Copa del Mundo que parecía ser el súmmum de la simulación futbolera de EA Sports.

PUBLICIDAD

Y es que a pesar de ser un simulador puro y duro, ese último juego seguía apostando por una curva de dificultad y aprendizaje muy balanceada. FIFA 11, en su afán por ser el simulador más pulcro que existe, toma un camino algo distinto y eleva demasiado esa curva, introduciendo algunos elementos que a la hora del balance pueden ser muy discutibles.

FIFA a día de hoy basa su éxito jugable en dos apartados muy claros: el primero, las animaciones de los jugadores. EA Sports definitivamente no se anda con chicas en este aspecto, y FIFA 11 presenta un montón de animaciones nuevas que son realmente una delicia para la vista. Los jugadores al cansarse ya no es solo que corran más lento, sino que su forma de correr es diferente dependiendo de que tan llena esté la barra de energía; por otra parte, los movimientos tan característicos de un Cristiano Ronaldo o un Ronaldinho están presentes y su similitud con la vida real es altísima. La dedicación del estudio en este apartado es definitivamente uno de los puntos más altos del juego.

El segundo apartado fundamental es el motor de físicas. En las últimas dos ediciones del juego se pudo ver lo refinado de la física de los jugadores y del balón, que en este juego toman mucha mayor importancia. Los movimientos del balón se ven y se sienten distintos, y ahora los pases elevados a media distancia son mucho más útiles, ya que la pelota parece tener más peso y bajar más rápido. Los disparos lejanos al arco destacan por lo mismo, aunque ahora la potencia de los tiros hay que manejarla con otro tacto, un poco menos sensible que lo acostumbrado.

Ya dentro del partido, hay una diferencia no menor y que los avezados de FIFA van a notar de inmediato: el ritmo de juego es mucho más lento, más pausado, y se necesita mucha precisión para ir encontrando los espacios. El Personality+, contrario a lo que pudiera esperarse, realmente se nota, sobre todo porque hacer una progresión de pases en campo contrario es bien complicado y los jugadores responden de forma diferente dependiendo de la situación. Hay veces que fallan en un control de balón sin razón aparente, y muchas veces esos fallos se dan con jugadores rivales rodeando al que recibe.

Una de las claves para el nuevo ritmo de juego es el sprint, o el arranque de los jugadores; ya no es tan explosivo, y aunque las velocidades finales sean altas, es ese primer toque el que da la pauta. Por su parte, el balón y su regulación de la potencia de los pases y tiros hace que el juego sea algo pesado, y aún con las asistencias encendidas se necesita bastante precisión. Todo lo anterior no es lo único: las físicas juegan un papel importante, y ahora los jugadores caen al más mínimo roce, los árbitros cortan mucho el juego, y en general los partidos son bastante trabados, con muchos choques y golpes y con momentos en que la pelota va de un lado a otro en tierra de nadie.

Hay una característica agregada que le da mucho valor al nuevo sistema de juego: las manos. Ahora se pueden activar para que el árbitro cobre cada vez que el balón golpea en las manos de los jugadores, y dentro del área esos cobros no tienen doble lectura y siempre van a ser penal. De todas maneras, también está la opción de que el árbitro solo cobre las manos que se den fuera del área y así evitar penales indeseados, que dependiendo del partido pueden ser bien comunes.

PUBLICIDAD

Jugando contra la IA en nivel Legendario es de verdad un desafío. La presión que hacen los equipos en mitad de cancha obliga a frenar el juego muchas veces, tocar hacia atrás y partir de nuevo. Obviamente, todo depende de las estadísticas de cada equipo, pero por regla general incluso los equipos más modestos complican el juego con mucho roce en la mitad y contragolpes explosivos. Encontrar un espacio libre, o dejar mano a mano a un delantero frente al arquero es un trabajo de chinos, donde la paciencia es necesaria.

FIFA 11 no destaca por tener un cúmulo de modos nuevos de juego, y básicamente se repiten los que ya son clásicos a estas alturas. El modo de Carrera permite ser jugador, entrenador, o un híbrido entre ambos, y dentro de esta modalidad, hay un par de tweaks que afectan principalmente a la gestión del equipo a nivel de manager, y no es algo radical pero si abre un poco el abanico de opciones y lo hace ser menos limitado.

Lo que tal vez sea el agregado más novedoso en esta nueva versión es la posibilidad de ponerse los guantes y ser el arquero del equipo. Siguiendo un esquema de manejo similar al de los nuevos penales introducidos en el juego de la Copa del Mundo, controlar al arquero es bastante intuitivo aunque si requiere algo de práctica para dominar las nociones básicas. Volar de palo a palo es fácil, pero el manual indica que la ubicación y el timing son lo primordial del puesto, y aquí se cumplen a cabalidad.

Afortunadamente, hay algunas asistencias bien útiles para empezar a tomarle el pulso a los tres palos; principalmente, un indicador de posición que muestra cual es la mejor para una jugada en concreto, y con dejar presionado un botón el arquero se mueve exactamente a ese punto. También la pelota tiene un par de indicadores que van marcando su trayectoria y que sirven para calcular el timing preciso, sobre todo cuando hay que salir del arco a despejar un centro o fuera del área a reventarla a la tribuna.

No deja de ser interesante que este modo de juego consigue recrear muy bien la sensación de ser arquero, con todo lo bueno y lo no tanto. Es muy entretenido ser el héroe del equipo y atajar lo inatajable, como también es ingrato que un error generalmente termine en gol. Por otra parte, en ocasiones no tiene nada de agradable tocar la pelota apenas un par de veces por partido, y si los rivales no son muy buenos atacando, el puesto se hace tedioso y poco emocionante. Eso si, definitivamente se le saca mucho provecho jugando en el modo de Club Online, aunque para ser un arquero competente y dar la talla con el jugador propio hay que entrenar, y eso queda solo para los amantes del puesto.

El modo de Club Online recibió un lavado de cara importante, principalmente en lo relativo a la gestión del “camarín” antes de los partidos. Ahora las posiciones dentro de la cancha y las tácticas de juego se deciden antes de buscar un partido, por lo que al encontrar rival el juego parte casi de inmediato y ya no hay que estar esperando minutos interminables hasta que los jugadores se ponen de acuerdo sobre quien va a ser el tanque del equipo y quien el aguatero. Esto es a todas luces una mejora que agradecemos enormemente los fanáticos de este modo de juego.

Lamentablemente, los primeros días del Club Online están siendo poco más que un desastre, gracias a los interminables problemas de los servidores de EA Sports. Fallas de conexión, partidos que se acaban en la mitad… y eso sin contar otros errores reportados, como por ejemplo los continuos cuelgues en los partidos de 1 versus 1 en línea, y la imposiblidad de ingresar los códigos del Online Pass (aunque eso último ya parece haberse solucionado en gran parte).  FIFA 11 pide a gritos una actualización que corrija todos estos problemas, y es de esperar que EA Sports diga – y haga – algo al respecto.

En la parte audiovisual el juego se mantiene a un nivel muy alto. Hay una muy buena iluminación de los estadios y el entorno, así como la representación de los jugadores más reconocidos en el mundo fútbol y sus movimientos que quedan realmente bien. Enrique Bermúdez y Ricardo Peláez siguen narrando los partidos y a estas alturas ya son una especie de Paco González y Manolo Lamas modernos. Si bien reciclan muchas frases, hay no pocas nuevas y los relatos son agradables de oír, aunque eso puede ser bastante subjetivo.

Por último, un par de opciones nuevas que mencionar. Una, la de agregar cánticos personalizados a los equipos, que se podrán asignar a situaciones específicas dentro de los partidos. Y otra, el Centro de Creación de jugadores y equipos que funciona vía web, para después importar las creaciones desde el juego. Ambas opciones están dirigidas especialmente a los que gusten de personalizar sus juegos, y sin ser revolucionarias ni mucho menos, están ahí para quienes quieran sacarle provecho.

Como mencioné al principio del artículo, FIFA 11 me deja una sensación rara. Hay muchas mejoras agregadas, ya sea dentro de los partidos como las nuevas animaciones o físicas del balón, u opciones externas como poder jugar con el arquero. Por otra parte, se entiende lo que EA Sports pretende hacer con la saga (al menos en este juego), llevándola al extremo de la simulación, y eso da pie a otra discusión: ¿hasta que punto eso lo hace más divertido?

Aún con las asistencias activadas, se requiere de mucha práctica para, más que dominar los controles, acostumbrarse a las situaciones que se van dando dentro del juego, y que muchas veces escapan al control del jugador. Y es que en su afán por hacer de FIFA 11 lo más cercano a la realidad posible, EA Sports creó un juego que no deja de ser por momentos complicado y con una curva de aprendizaje bien elevada e incluso frustrante, ya que como nunca el jugador no está en control absoluto de todas las variables que afectan al juego.

En cualquier caso, FIFA 11 es un juego definitivamente muy completo, tal vez el más completo de fútbol que pueda haber. Está muy cuidado en todos sus apartados, no hay ninguno que destiña, e incluso los que quizás sean los menos populares están para aprovecharlos al máximo por los interesados. Dedicado, más que nunca, a los amantes del fútbol.

Para cerrar, una pequeña reflexión. Seguramente con el tiempo los jugadores van a ir dominando el juego y se van a acostumbrar al nuevo enfoque, pero por ahora, la excelencia jugable alcanzada en el juego de la Copa del Mundo se ve algo lastrada en este FIFA 11. A veces, lo simple es más entretenido, o lo que es lo mismo: más no significa necesariamente mejor.

Lo imperdible:

  1. Las nuevas animaciones y el motor de física son impecables.
  2. Como siempre, audiovisualmente mantiene un nivel excepcional.
  3. Ser el arquero.
  4. La interfaz renovada del modo Clubes Online.
  5. La IA del rival está muy bien trabajada.

Lo no tan imperdible:

  1. La curva de dificultad no es tan balanceada como en versiones anteriores.
  2. El juego introduce una serie de cambios jugables que no necesariamente hacen que sea mejor, sino distinto.

Lo impresentable:

  1. A una semana de su salida, la nefasta cantidad de problemas al jugar en línea, sobre todo Clubes Online.
  2. Esos menús…

Muy bueno

…FIFA 11 es un juego definitivamente muy completo, tal vez el más completo de fútbol que pueda haber.”

PUBLICIDAD

Recomendados:

Tags


Lo Último