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Lo mejor del 2012, según Raúl Estrada

Mejores y peores, esto es lo que me queda en el recuerdo del año que se va.

Los juegos que la gran mayoría de la gente (público en general y prensa) dice son los más top de este 2012 que se va todavía no han pasado por mis manos. Halo 4 puede ser uno de los mejores juegos de la franquicia en la actual generación, pero los Halo siempre bajan rápido de precio y por eso nunca los compro de salida. He intentado varias veces engancharme al primer Borderlands y siempre queda ahí, a medio camino, así que pagar por el Borderlands 2 sería insensato. Dishonored es de esos juegos hechos a mi medida, pero la economía es la que es y los juegos a veces no son prioridad.

Pero esto va de mirar en retrospectiva lo que sí hemos jugado y opinar sobre ello. Y mi criterio para seleccionar los mejores es bien simple: juegos que me quedan en la memoria (para bien o para mal) aún con el paso de las semanas y los meses después de haberlos terminado. La lista puede ser poco homogénea, pero ¿qué más da? Todos son juegos.

Pulgar hacia arriba

Spec Ops The Line: El multijugador es olvidable y las mecánicas de juego no van mucho más allá de disparar y cubrirse (aunque estas funcionan harto bien). Pero el guión es el gran pilar de todo el juego, y como fanático y entusiasta de las historias bien armadas y mejor contadas, no puedo dejar de recomendarlo. Ya le gustaría a Shyamalan escribir algo así.

Trials Evolution: El anterior Trials de Xbox 360 ya era notable y este nuevo es puro amor. Montones de niveles con el balance perfecto de exigencia, sin llegar a ser frustrantes ni nada por el estilo si se tiene la cuota de paciencia necesaria. Una joyita.

Sleeping Dogs: Lo único que le “reclamo” a United Front Games es la falta de verticalidad del juego -casi todas las misiones se realizan a nivel de suelo-, lo que hace que el skyline de Hong Kong sea un lindo adorno y poco más. Por el contrario, el resto de sus características roza la excelencia, desde el sistema de combate hasta el guión. Eso sí, un par de horas extra de duración no le harían nada mal, aunque quizás sea la costumbre de los GTA que se empinan por las dos o hasta tres decenas de horas.

Forza Horizon: Uno de los juegos más consistentes del año. ¿Lo bueno? Todo. ¿Lo malo? Nada. Las buenas ideas con un bajo presupuesto pueden hacer magia, las buenas ideas y con presupuestos altos hacen obras maestras. Forza Horizon es eso, una obra maestra de la conducción en el estilo arcade que todos los decepcionados de Need for Speed -muchos a estas alturas- y que tengan una Xbox tienen que probar sí o sí.

I Am Alive: Cada vez que alguien me pregunta “¿Qué juego bueno hay de esos descargables baratos?” termino respondiéndole que revise si es que este tiene rebaja. Hay algo en I Am Alive que me llama la atención; no me imagino a Nathan Drake con un medidor de cansancio al estar colgado en una pared.

Pulgar hacia abajo

Y si los de arriba fueron los que recuerdo para bien, hay otros cuyo recuerdo se mueve en el otro espectro: el de las decepciones. No se trata solamente de juegos, y tampoco significa que sean juegos malos -con excepción del primero que voy a nombrar- sino que simplemente son los títulos o las situaciones que me parecieron un bluff mayor o menor, dependiendo del caso. En el caso de los juegos que menciono como decepción, a todos les dediqué una cantidad considerable de tiempo:

Operation Raccoon City: Siempre lo voy a recordar por lo terrible de su gunplay, por lo terrible de su diseño de niveles, por lo terrible de su IA. En resumen, un juego terrible.

Assassin’s Creed III: No es un mal juego, y de hecho es el que más me ha gustado de los varios que han salido de la serie, pero nada me quita de la cabeza la idea de que en Ubisoft tienen terror de salirse del libreto. Por lo mismo, nada mejor que ir a lo seguro con mecánicas super simples y a la vez super toscas, no sea que la gente se moleste y les deje de comprar los juegos.

PlayStation All-Stars Battle Royale: El sistema de puntaje siempre me hace imaginar como serían las sesiones de diseño del juego y en que estarían pensando exactamente cuando eligieron implementar ese tipo de remates. Una lección sobre como destruir una base más que buena con una decisión final que raya en lo horrible.

– El final de Mass Effect 3: No he jugado ni pretendo jugarlo (no es un juego que me interese particularmente) pero no puedo dejar de lamentar el triste episodio salido a raíz del final del juego y la terrible señal que se genera de todo esto. Y no porque ese final sea malo ni que se yo -repito, no lo he jugado-, sino simplemente por el hecho de que en el estudio hayan atendido el lloriqueo. Un mamarracho total del que el estudio se hizo cómplice de la forma más absurda posible, indigno del pedigree de la antigua BioWare.

– PlayStation Vita: En Sony tienen que hacer algo de manera casi urgente, porque en el resumen el primer año de la consola fue nefasto; fuera de Gravity Rush y el primer Uncharted -que lo están dando gratis en PS Plus-, prácticamente no hay nada que invite a una compra compulsiva. Las cosas pintan algo mejor para el futuro y Soul Sacrifice tiene un tremendo potencial, pero en manos de Sony puede pasar cualquier cosa si se trata de portátiles.

¿La generación ya vivió días mejores?

Para cerrar esta retrospectiva, no puedo dejar de mencionar que tengo esa sensación de un 2012 bueno, pero no al mismo nivel de años anteriores. Y tanto así, que el mejor título que pude jugar en estos últimos 12 meses fue justamente uno que salió durante el año 2011: Deus Ex: Human Revolution me voló la cabeza y lo considero uno de los mejores de la generación. Hasta el que se dice el único punto bajo del juego -los jefes finales- solo sirve para engrandecer el resto trabajo de Eidos Montreal.

El año pasado a estas alturas pensaba en lo que me había dejado de los juegos del 2011 que me faltaban por jugar. Hoy, divido mi tiempo en juegos que salieron hace uno, dos, o hasta tres años, señal casi inequívoca que el 2012 fue el año del descanso antes del sprint final de la generación que llegará durante la primera mitad del 2013. Hace un par de días pagué USD $4.99 por Alpha Protocol, un juego que me parece algo infravalorado. Tengo en carpeta Fallout: New Vegas, que igual pude conseguir por una ganga y que siendo de Obsidian se que no me va a decepcionar. También hace no mucho terminé los God of War de PSP (en PS3), y Ghost of Sparta es un título digno de los mejores God of War de sobremesa. No serán del 2012, pero los jugué dentro de este año y por eso también vale mencionarlos.

Espero que hayan pasado una Feliz Navidad y que tengan un Próspero Año Nuevo. También, espero que el 2013 sea mejor para todos, y que la industria en general sea más saludable. Y esa es responsabilidad de todos los que formamos parte de este circo.

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