Especiales

NB Opinión: Bloqueo a juegos usados y consolas que obligan conexión a internet

El futuro que se vendría y los costos del “desarrollo” de la industria.

Mucho se ha hablado de las características de las consolas de la siguiente generación, pero 2 factores han sonado con particular fuerza: la obligatoriedad de contar con la consola conectada a internet para poder jugar y el bloqueo a juegos de segunda mano. La implementación de estas medidas aún juega en el campo de lo teórico… aún.

Debido a lo presente que ambos temas están en la palestra, decidí darle vueltas e intentar fríamente pensar en sus posibilidades y consecuencias, conversé con colegas, leí y escuché opiniones de varios medios, expertos y desarrolladores. Saqué un par de humildes conclusiones que explayo a continuação.

Si bien ambos temas tienen una relación indirecta, comenzaré por el bloqueo a juegos usados. La industria deja de percibir millones de dólares en ventas debido al comercio de juegos de segunda mano; si bien medidas tímidas (como el online pass) y otras no tanto (abuso de DLCs, paquetes especiales exclusivos de pre-venta, pases de temporada, etc), el problema continúa ahí. Los juegos usados siguen presentes y siguen vendiendo bastante, quizás marginalmente menos que antes pero moviendo millones de billetes.

El mercado de los usados se compone de jugadores que no cuentan con el dinero para comprar “X” título nuevo y/o para su fecha de estreno, usuarios que no tienen problema en esperar y ahorrar unos pesos y por quienes desean posteriormente intercambiar sus juegos. Esto es un problema enorme para la industria; un negocio que mueve mucho dinero, que cuenta con un gran público cautivo a nivel mundial y del cual no pueden sacar no una sola tajada.

¿Qué puede hacer la industria para solucionar este problema? Entre otras opciones, eliminar de cuajo ese mercado al derechamente impedir que siga existiendo. La industria vela por la industria, quieren asegurar su nicho y acabar con la fuente de sus problemas… total, a la larga, los “niñitos” -dirán ellos- se acostumbran y finalmente terminan pagando.

Aparecen campañas de boicot, eternos topics en foros contra variados temas, llenos de apasionadas opiniones (“no compren el CoD de este año”, “no paguen por Xbox Live”, “no a los DLC dentro del disco”) pero eso no se traduce en nada que no sea una pataleta (CoD sigue vendiendo bien, Xbox Live subió de precio hace 2 años y continúa exigiendo suscripción pagada para funciones que en todas las otras plataformas son gratuitas y los DLC de Capcom presentan grandes ventas con clara tendencia al alza). Si realmente alguien tiene esa postura y la siente de corazón, expresará su opinión donde a las empresas les duele más: las ventas.

Hay cosas que no tendrían por qué ser como son ahora… pero debido a la costumbre los consumidores terminamos pagando, asumiendo como normal algo que -gracias a ese apoyo económico que como masa entregamos- termina transformándose en algo normal. Es desde los jugadores hacia la industria, la que encontró la manera de dar vuelta esta situación; luego la gente comenzó a pagar sin cuestionar y quedó instalado como algo común. Si bien es distinto, podría perfectamente ocurrir lo mismo con los juegos usados en la próxima generación consolera.

Es un tontería de marca mayor implementar la imposibilidad de usar juegos usados; la desaparición de ese mercado iba a ocurrir como consecuencia natural de la creciente distribución digital, sumado -idealmente- a buenos juegos y menores precios de venta. Pero ¿para qué esperar si podemos adelantarlo con medidas como esta?, pensaran algunos ejecutivos… lo que nos lleva a mencionar la segunda gran posibilidad de las futuras plataformas: obligación de estar conectada siempre a internet para jugar.

A más de alguien le ha ocurrido que su conexión a internet presenta problemas, se acabó su suscripción Gold (en el caso de 360), no tiene internet donde se encuentra o jamás a conectado su consola al aparatado en línea. En esos casos,  jugar completamente offline aparece como opción válida, clásica y sencilla. El obligar la conexión a internet a una consola va en contra de esas posibilidades, eliminando opciones en pro de DRMs, de tentar a usuario a adquirir cada vez más contenidos descargables o microtransacciones para seguir haciendo más dinero, atentando contra el espíritu de la experiencia consolera básica.

Cuando enciendo mi PS3, inicia sesión en PSN automáticamente; cuando enciendo mi 360, lo primero que aparece en pantalla son las novedades de Xbox Live. Estoy contento con eso y no me molesta decir que mis consolas pasan conectadas a la red el 95% del tiempo… pero más contento me deja saber que puedo y cuento con la opción de disfrutar experiencias sencillas (o menos complejas) al jugar desconectado, que pierdo una parte y no un todo. Cualquier tecnología que quite elementos básicos en pro de “el futuro” (excusa tan vaga como burda) me parece un atentado a las posibilidades y a la libertad de acción del usuario.

Más de alguien puede decir “no sean llorones, todo el mundo tiene internet”. Grave error. ¿Qué sucederá con los apasionados jugadores de lugares o pueblos con menor penetración tecnológica? (escenario común en América Latina). Uno se deja engañar por su propio contexto, pensando que todos los demás cuentan con lo que uno tiene a mano, pero las realidades de los videojugadores son muy disimiles. Entre líneas suena claramente a que será mucho más difícil ser gamer y fan si tienes menos tecnología, menos dinero y debes esforzarte más para jugar. Hoy sucede algo relativamente similar, pero esto supone un escenario exageradamente elitista.

Por ahí escuché una discusión sobre lo que sucedería si las consolas sólo pudiesen funcionar si están conectadas a la web, comentando que “los usuarios contarán con mejores ofertas, estarán más conectados y todo sería muy similar a los beneficios de Steam”. En ningún momento de la conversación mencionaron -o pude pensar- en una razón por la que la conexión obligatoria deba ir de la mano con ello; no puedo dejar de pensar que la imposición de utilizar internet todo el tiempo es algo artificial para contar con más opciones de hacer dinero y tener bajo mayor control sus propios productos y la conducta de los jugadores.

La industria se cuida a sí misma, vela por sus propios intereses pidiendo y exigiendo cambios en la conducta de compra y hábitos los jugadores… mientras que ellos -como desarrolladores- ven todo esto de una manera unidireccional. ¿Qué importan los jugadores más humildes? ¿Por qué la industria habría de dejar las cosas como están si pueden obligar a los usuarios a estar conectados todo el tiempo o a comprar juegos nuevos? Si deben haber cambios en la industria, si todos saldremos ganando, todos también deberíamos ceder.

Siempre he pensado que la industria deja de percibir dinero, no ‘pierde’ dinero. El muchacho que no a conectado su consola a la red es porque -probablemente- no lo puede hacer, cosa que no cambiará si lo obligan a ello. Si un jugador compra juegos usados puede ser -en muchos casos- porque no los puede comprar nuevos, factor que no será distinto si la industria le impone los juegos nuevos. ‘Nosotros ya hemos perdido mucho con los juegos usados, que ahora se esfuerce el resto’. ¿A qué me refiero? Nadie que tenga real poder en la industria habla de bajar los costos de desarrollo, de menores precios de venta, de dejar de hacer juegos con mega-presupuestos AAAAA que desean ser el nuevo Call of Duty o el nuevo Halo. Nadie habla de mayor humildad y de facilitarle algo la vida a los jugadores, nadie habla ni confiesa que ellos también -como industria- deben hacer algunas cambios y ceder en ciertos aspectos.

Todos hablan de “traspasar la idea”, de “hacer ver a los jugadores”, de “explicarles que esto es el futuro”. La industria es ‘victima’ de sus propias decisiones, del mercado de los juegos usados, del precio de venta de los videojuegos, del exceso de lanzamientos, de los fracasos y costos. De cierta forma, supuestas medidas como estas le endosarían de una manera cobarde esa responsabilidad a los jugadores, en un escenario que suena muy posible en un corto plazo.

Si no hay internet, si no hay dinero para juegos nuevos… bueno, “problema del usuario” y asunto “arreglado”. Abandonar el offline y los juegos usados me parecen excusas baratas disfrazadas de avances y maquilladas con grandilocuencia.  Lo peor de todo es que el usuario mas esforzado, humilde y de menos recursos es el que siempre pierde. Además, con tanta queja que difícilmente se traduce en bajas ventas, es probable que el mercado termine asumiendo todo este posible escenario con mala cara, pero asumiéndolo de todas maneras. Si esto finalmente les funciona será por nuestra culpa, por nosotros como consumidores.

No creo que la eliminación de opciones sea un crecimiento para la industria y menos para los jugadores. Por favor que alguien me diga qué gano yo si me imponen internet todo el tiempo para que mi consola funcione, qué ganan todos los usuarios con olvidarse de los juegos usados; simplemente no lo entiendo. Todos sabemos que esto fue, es y será un negocio, pero desconsiderar de esta manera a los jugadores, a los consumidores en busca de más dinero me parece un acto bajo, cobarde y básico. En lugar de ampliar la experiencia consolera, el online parece haberla alejado de su esencia, espíritu y posibilidad de sencillez. De confirmarse todo esto: Señores, bienvenidos al futuro.

Links:

El futuro de PlayStation será revelado el 20 de febrero
La siguiente Xbox necesitaría conexión permanente a internet y bloquearía la segunda mano

Tags

Lo Último


Te recomendamos