Otras consolas

10 años de N-Gage

Nokia y su intento por conquistar el mercado portátil.

Hoy hace 10 años, la industria recibía un nuevo integrante del sector portátil. ¿Su nombre? N-Gage, una consola/teléfono celular de la finlandesa Nokia creada como un intento por abarcar un pedazo del pastel que hasta ese entonces era propiedad casi exclusiva de Nintendo y sus Game Boy.

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Debido a su estética, sus prestaciones, y su catálogo, desde el primer minuto la máquina sufrió (aunque en realidad nunca tuvo ninguna chance) para hacerse un espacio en el mercado. Su precio de USD $299 espantaba hasta a los más pudientes coleccionistas, que con toda seguridad a esas alturas ya tenían un mejor ladrillo para hablar por teléfono. Para poner una tarjeta con los juegos prácticamente había que desarmar el teléfono quitando la carcasa y la batería, y que decir del momento de recibir o hacer una llamada. Si el diseño ya era feo, la imagen de un usuario hablando vía la N-Gage era aterradora.

Como era de esperarse, el lanzamiento de la máquina fue un desastre a casi todos los niveles. Según la nunca bien ponderada Wikipedia, Nokia dijo haber vendido 400.000 unidades en Estados Unidos durante las primeras semanas. Sin embargo, luego se supo que la compañía disfrazó su verdad con los números distribuidos a tiendas, ya que en realidad los infelices usuarios de N-Gage en Estados Unidos no eran más que 5.000. Todo esto, obviamente, lo dicen Wikipedia y sus referencias: si alguien destruye la estadística habiendo sido un feliz usuario de N-Gage no es nuestra culpa.

Nokia trató de remediar en parte la situación con la estilizada N-Gage QD (¿qué sería de las portátiles sin sus rediseños?) que mejoró algunos detalles; ya no era necesario un manual de desarme para cambiar el juego, y en general el aparato parecía menos un taco mexicano y más una consola fea, pero consola al fin y al cabo. Además, se lanzó N-Gage como servicio al estilo de las plataformas modernas, donde se ofrecían juegos y otros productos digitales no solo en la N-Gage consola, sino en la gama de equipos S60 de Nokia donde en aquellos tiempos Symbian era el ejemplo a seguir.

En total, se lanzaron cerca de 60 títulos de N-Gage. EA, siempre al pie del cañón, aportó los increíbles FIFA 2004 y 2005 (si esos juegos ya eran basura en PC y consolas, la versión de N-Gage es inadjetivizable), The Sims Bustin’ Out, y un “juego” de Tiger Woods. Activision llenó el catálogo con un PPT de Call of Duty y un juego de los X-Men, y Bethesda se puso con una exclusiva de peso como The Elder Scrolls: Shadowkey. El mundo no estaba y aún no está listo para ver aquel juego en acción, así que reproduzcan el video bajo su propia responsabilidad.

Aún dentro de la cuestionable calaña de algunos juegos, hubo unos pocos que se salvaron de la quema y fueron recibidos con bastante más entusiasmo (siempre considerando la plataforma sobre la que corrían). Gameloft tuvo dignos resultados con Asphalt, y Pocket Kingdom: Own the World, un MMORPG de Sega que se lanzó el 2004, de alguna manera hizo la vida de la N-Gage más decorosa. Algo así como perder 10-1 en vez de 10-0.

Después de unos años de agonía que comenzaron cuando el aparato se puso a la venta, en Nokia decidieron darle digna eutanasia y cortar todo soporte para la consola. El último juego se publicó el 2006, mientras que el N-Gage como servicio siguió funcionando milagrosamente hasta el 2010.

¿Cuáles fueron las causas del fracaso de N-Gage? Probablemente todo desde su concepto inicial. En aquellos tiempos, hacerle sombra a Nintendo era muy difícil, y solo un gigante como Sony tuvo el peso suficiente y los recursos necesarios para dividir -siendo generosos con el término- el mercado gracias a la PSP. En una visión más optimista, podría decirse que Nokia puso una de las primeras semillas de lo que hoy en día conocemos como smartphones optimizados para Candy Crush, aunque seamos serios: era muy difícil que aquella cosa tan abracadabrante tuviera éxito más allá de los empleados de Nokia y sus familias.

Felices diez años, N-Gage.

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