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World of Tanks: Xbox 360 Edition [NB Labs]

Un mundo sumergido en la guerra donde los tanques son las estrellas.

Plataforma:Xbox 360Desarrollador: WargamingDistribuidor: Microsoft Studios

Luego de haber probado su valía en PC con cerca de 78 millones de jugadores registrados, World of Tanks decide dar el salto y meterse de lleno al mundo de las consolas a través de la Xbox 360; pero como nunca será lo mismo jugar con un ratón que con un control, vale la pena dar un veredicto de qué tan bueno o malo ha sido el paso del free-to-play desarrollado por Wargaming a la plataforma popular de Microsoft.

La primicia de World of Tanks es bastante simple: un mundo alterno en donde la Segunda Guerra Mundial sigue en pleno apogeo y las batallas más fieras son disputadas únicamente a bordo de poderosos tanques –esas máquinas de guerra que comenzaron su carrera durante la segunda década del siglo XX y que con el tiempo se convirtieron en piezas clave para los enfrentamientos bélicos más importantes en la historia de la humanidad.

Al tratarse de un juego que se desarrolla exclusivamente en los también llamados “carros de combate” es menester conocer las capacidades de cada tipo de unidad para desempeñarse correctamente en el campo de batalla y sumar puntos. De esta forma, los que no estén familiarizados con World of Tanks tendrán que aprender que un tanque ligero siempre será mejor en cuestiones de movilidad, mientras que uno mediano o pesado tendrá la ventaja en cuanto a resistencia y armamento se refiere. Aunado a esto, también es fundamental planear una buena estrategia, conocer el terreno y tener buena comunicación con los miembros del grupo.

Y es que World of Tanks no se trata de encontrar al enemigo, fijar la retícula y disparar, sino de trabajar en equipo, coordinar estrategias y descubrir la mejor forma de abordar al oponente. Desde luego que para tener buenos resultados es más que mandatorio tener paciencia, ajustarse al ritmo del juego y no soltar maldiciones o arrojar el control cuando nuestro tanque sea destruido, sin importar que no haya forma de reaparecer y tengamos que esperar hasta que la partida termine para volver a pelear con la misma unidad.

En un principio tendremos acceso a tres tanques, los cuales pueden ser mejorados a medida que sumamos puntos de experiencia y ganamos plata en los enfrentamientos. Lo curioso del asunto es que los puntos conseguidos sólo servirán para mejorar el tanque con el que los hayamos ganado, así que tendremos que ampliar nuestros horizontes y probar todos los vehículos si es que queremos mejorar la plantilla y acceder a nuevos modelos.

Para optimizar los carros de guerra solo basta con acceder al garaje, desbloquear los paquetes disponibles con puntos de experiencia y comprar las mejoras recurriendo a la plata. Dentro de este mismo apartado también es posible comprar diferentes aditamentos para aumentar la resistencia, mejorar la línea de visión, optimizar la velocidad de desplazamiento, entre otras opciones, sólo que estos son bastante más costosos e implica participar en muchas batallas para conseguirlos. La única queja en este sentido es la paupérrima paleta de personalización para cambiar la apariencia de nuestra máquina de guerra, y aunque sólo hablamos de su estética, hubiera sido una adición bienvenida el adornar nuestra unidad como nosotros quisiéramos.

Además de la plata, dentro de World of Tanks también podemos encontrar otra moneda: el oro. Sin embargo, para sumar bienes a esta cuenta es necesario sacar la billetera y gastar dinero real. ¿Qué se puede comprar con el oro? Además de mejoras y nuevos vehículos, uno de los artículos que sólo pueden adquirirse con este metal precioso son los espacios adicionales en el garaje para sumar más tanques al catálogo, lo que se va haciendo cada vez más necesario conforme mejoramos los vehículos existentes y se desbloquean nuevos integrantes.

Si bien es cierto que es un poco frustrante ver algunas mejoras reservadas para el dinero real (incluyendo los espacios en el garaje), la realidad es que World of Tanks está bien equilibrado y es disfrutable sin soltar un solo peso. Claro que para igualar a los jugadores que no les duele gastar y compran todo lo que ven es necesario jugar y tener una buena participación en los combates, lo que tarde o temprano trae recompensas.

En total son tres reglas de juego distintas: “batalla estándar”, en la que dos equipos de hasta 15 jugadores cada uno combaten entre sí para capturar la base enemiga; “encuentro”, que presenta una base neutral que debe ser conquistada por alguno de los dos bandos; y “asalto”, en donde un equipo debe dedicarse a aguantar el asedio del equipo contrario y defender su base. Pese a las reglas propuestas, y que cada partida puede durar hasta 15 minutos, también está la opción de eliminar a los tanques enemigos para ganar, lo que regularmente sucede en la mayoría de los encuentros.

A pesar del triplete de reglas que propone el equipo de Wargaming, todas las partidas son aleatorias, lo que significa que no se puede elegir en qué modalidad participar. Tristemente, la regla más repetida es “batalla estándar”, que aparecerá hasta el hartazgo antes de que alguna de las otras dos haga acto de presencia. Lo anterior, por desgracia, también sucede con los mapas, que en teoría son siete diferentes, pero sólo se pueden ver dos o tres durante un largo rato de juego.

Asimismo, aunque World of Tanks apela sustancialmente al trabajo de conjunto, me parece un tanto ridículo que sólo se pueda hacer equipo con dos amigos para dejarles los espacios restantes a completos desconocidos.

Con todo y sus fallas, World of Tanks para Xbox 360 es una buena propuesta rara vez encontrada en consolas. Si bien es cierto que aún le falta un largo camino de actualizaciones y correcciones para llegar al punto donde se encuentra su homónimo para PC, la base del título pinta favorable para un futuro cercano. Lo único que queda, tanto en el campo de batalla como en nuestra realidad, es tener paciencia.

¿Qué significa esto?

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