Videojuegos

Estudio indica que agresividad de jugadores se asocia a “mecánicas de juego mal implementadas”

Investigadores concluyen que la violencia gráfica puede no ser tan relevante.

Violencia en los videojuegos, un tema de nunca acabar. Mientras en diversas partes del globo se busca culpar a los juegos por el comportamiento de la gente, en otras partes -como en la University of Rochester y el Oxford Institute- se investiga de forma más científica sobre esos postulados.

Y las conclusiones no dejan de ser algo sorprendentes, sobre todo porque rompen con algunas tendencias: la agresividad generada por los videojuegos no estaría directamente asociada a la violencia de este, sino a la competitividad de las personas y a la forma en que se implementan las mecánicas de juego.

Half Life 2 como campo de pruebas

El estudio se realizó en base a dos versiones de Half Life 2. Una, la versión normal (que incluía un tutorial), mientras que la otra se modificó eliminando los elementos violentos más gráficos y donde en vez de eliminar a los enemigos, simplemente se les «marcaba». Esta versión no incluía tutorial alguno.

Los resultados arrojados fueron bien interesantes, ya que el grupo que tuvo reacciones más violentas fue precisamente el que jugó la versión «limpia» del juego. ¿Por qué? Porque la falta de explicación de algunas mecánicas simplemente causó frustración entre quienes tomaron el control, al sentirse «menos competentes» y por ende «más agresivos».

Los investigadores a cargo del estudio entregaron conclusiones muy interesantes. Entre ellas, la necesidad de los videojugadores de «terminar siempre» arriba si se trata de competir.. «Y si los jugadores se sienten limitados por los controles, pueden desencadenarse reacciones agresivas».

Para el caso del estudio, esa necesidad de «dominar el juego» fue «por lejos más importante o significativa que las escenas violentas» que los jugadores vieron.

Quienes jugaron la versión sin contenido violento se mostraron bastante agresivos al no poder dominar las mecánicas o progresar a través de los niveles.

Los investigadores reconocen, eso sí, que esto no es totalmente concluyente y que los estudios deben extenderse todavía más. De hecho, tampoco descartan completamente que los juegos con imágenes violentas no generen violencia, pero la investigación realizada sugiere que muchas veces esa violencia visual no es el catalizador principal de las reacciones agresivas.

¿Y en el mundo real?

Lo cierto es que, comparando los resultados del estudio con un medioambiente más tradicional, hay bastante paralelos que pueden hacerse. Yo mismo sirvo de ejemplo: envases de gaseosa que terminan en una pared cuando por obra del destino los jugadores de FIFA se olvidan de los fundamentos básicos del fútbol entre los minutos 85 y 90 de un partido. Y FIFA en general de violencia tiene poco o nada. De seguro, no soy el único al que le pasa algo similar.

Ideal sería que este estudio sea el primero de varios relacionados con la materia, a ver si el debate sobre los «videojuegos violentos» empieza a ir más allá que el lugar común de turno.

La tribuna ahora es de ustedes.

Link: BBC

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