Para quienes no habíamos jugado la primera beta (alpha) de Destiny, la expectativa que podía haber con el juego estaba alimentada en gran parte por tratarse de Bungie. Por conocer que estaba haciendo fuera del mundo Microsoft. Porque ya sabíamos que era Destiny, pero no habíamos probado exactamente que era Destiny.
Después de tres días con la beta Destiny parece ser, al menos para mi, justo lo que esperaba.
Porque en ningún caso parece que Bungie se haya desmarcado de todo lo que habían hecho antes. A veces es como si no lo hubieran querido hacer, de hecho. Desde los primeros movimientos con el control del personaje, apuntando hacia un par de objetivos o moviéndose hacia diferentes zonas, los recuerdos de Halo están presentes.
La beta es bastante generosa en cuanto a contenido. Son varias misiones para un solo jugador y muy rejugables, pero lo más llamativo es el formato tipo MMO que le da una nueva dimensión al esquema de «30 segundos de diversión» patentado con el primer Halo y que sigue estando muy vigente en el que seguramente será el primer Destiny.
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Desde Bungie se han cansado de repetir que Destiny no es un MMO y eso es cierto. Aún así, son innegables los trazos de juego masivo presentes desde el mundo compartido (misiones de por medio) entre muchos jugadores, hasta el hub central donde todo mundo se da cita para una serie de actividades de tipo comerciales y sociales.
Pero para un shooter en primera persona lo más importante es que sus acciones más básicas funcionen bien y eso es justo lo que sucede con Destiny. De seguro habrá cosas que cambien o se reajusten de aquí a la versión final, pero tanto el gunplay como las opciones de combate ofrecidas están a la altura de lo que Destiny pretende ser. No es exactamente Halo ni tampoco una evolución de ese esquema, sino una nueva versión que mantiene lo mejor (pese a los 30 cuadros por segundo, la latencia del control es imperceptible) y le da nuevos sabores gracias a la personalización basada en clases.
Si la beta de Destiny termina siendo un anticipo fiel de lo que será el juego, entonces podríamos estar frente al primer gran hit de la nueva generación de consolas (aún cuando también saldrá en Xbox 360 y PS3). Lo jugado hasta ahora deja en claro que Bungie quería ser libre de construir algo nuevo; sin olvidarse de sus raíces pero agregando nuevos matices y tonos a una mezcla que probó ser exitosa, muy exitosa con Halo.
Que el destino así sea.
