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Ori & The Blind Forest se convirtió, por derecho propio, en uno de los mejores juegos del año pasado. A primera vista, lo más llamativo era la presentación audiovisual, pero debajo de aquello se escondía un impecable diseño de niveles y una dificultad muy ajustada que hizo las delicias de los fanáticos de los Metroidvania. Ori fue (y es) un juego genial.
¿Qué pone entonces sobre la mesa la “Definitive Edition” del juego? Principalmente, más contenido. La nueva edición del juego viene con dos zonas inéditas a explorar, que en el marco de la historia cuentan un poco sobre el pasado de Ori y lo que sucedió antes de los (tristes) eventos del juego principal.
Esas dos zonas se integran de forma bastante natural al juego. La primera (Black Root Burrows) se puede acceder rápidamente una vez conseguida la habilidad de escalar por las paredes. La segunda zona, llamada Lost Grove, es una extensión de la primera y para entrar se requiere algo más de tiempo de juego y la habilidad de romper el piso con un salto-golpe.
Dichas áreas son llamativas porque si bien no cambian las reglas del juego, sí muestran escenarios algo diferentes al del resto del mapa. Y además vienen de la mano con dos habilidades extras como ser una especie de granada o proyectil a distancia y también una bien útil para navegar por los escenarios: el das, o desplazamiento horizontal ultra rápido que incluso se puede usar en el aire si se desbloquea en el árbol de habilidades correspondiente.
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=Zp9l0NVDwcg&feature=youtu.be[/youtube]
Ori no es un juego exactamente fácil y de hecho, la dificultad normal ya ofrece un desafío más que solo “mediano”. Con ello en mente, Moon Studios agregó dos nuevos modos de dificultad en pos de la diversidad: uno “Fácil” donde los enemigos caen derrotados con menos golpes y uno extra difícil donde solo hay una vida.
Y por si lo anterior fuera poco, se agrega también la chance de hacer viajes directos entre zonas del mapa, llegando a la estructura correspondiente. Esto viene muy útil para volver atrás y acortar ciertos paseos, pero también va un poco en contra de lo que han sido los metroidvania toda la vida: juegos con mucho backtracking, donde la gracia están en recorrer varias veces los mismos lugares pero llegando por segunda vez con diferentes lugares las acciones pueden cambiar un poco.
La suma de todos los agregados de la edición definitiva arman un muy buen “nuevo” paquete de Ori & The Blind Forest. Lo interesante es que los usuarios del juego que ya lo tienen no necesitan pagar todo de nuevo para obtener el contenido; la actualización cuesta USD $5 y viene con todos los extras.
Conclusión: Una gran versión de un gran juego
Ori & The Blind Forest es un juego que en general no necesita una versión “definitiva”, tomando en cuenta la calidad y la cantidad del contenido original. Pero esa versión existe y a juzgar por lo incluido, es muy fácil recomendarla tanto para los que ya lo jugaron antes como para quienes no lo probaron nunca. Repito: es uno de los mejores juegos de la generación hasta la fecha y merece tener más visibilidad de la que tiene. Ojalá todas las versiones definitivas de los juegos fueran como esta.
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Una gran edición definitiva para un gran juego. |