Han pasado cuatro meses desde que Final Fantasy XV nos voló la cabeza a todos con su triunfal regreso. El juego logró cumplir con el extraordinariamente complicado reto de mantener el interés por la franquicia y atraer a nuevas generaciones reinventando la bases de su sistema de juego sin destruir su esencia, que es objeto de culto.
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Para alivio de todos los seguidores de esta saga todo resultó casi perfecto en el juego, y ahora ha llegado el momento de conocer (y pagar) su primer DLC, que incluye una breve expansión temática, llamada Final Fantasy XV: Episode Gladiolus y que se dispone a dar respuesta a un par de incógnitas que seguramente sólo se habrán hecho los más obsesionados con esta aventura [cuidado, SPOILERS MÍNIMOS Y CASI INTRASCENDENTES a continuación]:
- ¿A dónde rayos se fue Gladiolus a la mitad de la campaña?
- ¿Por qué Gladiolus de repente tenía dos cicatrices en la frente?
Hay respuesta para estas preguntas, aunque el recorrido para conocerlas más de alguno podrá cuestionarlo.
Más anécdota que juego
Un punto que cabe resaltar sobre este episodio es que puede disfrutarse sin importar el nivel de combate desarrollado en la campaña principal, incluso puede jugarse sin haber terminado el FFXV, aunque eso podría implicar algunos spoilers casi inofensivos sobre los eventos circundantes.
Final Fantasy XV: Episode Gladiolus desde el primer segundo se dispone a cambiar las reglas del juego, aplicando algunas modificaciones al sistema de combate para que no sea idéntico al de la campaña, ya que aquí sólo se controla a Gladio. Pero al final todo se resume en cuatro cosas:
- Gladio puede atacar sin detenerse para llenar una barra que le permite hacer movimientos más letales
- Gladio puede defenderse con un escudo para luego contraatacar
- Gladio puede tomar pilares de las ruinas que conforman el escenario para dar golpes más fuertes
- Gladio no puede teletransportarse como Noctis, así que debe andar a pie hasta donde se encuentra el enemigo
Estos cambios le dan otro aire al juego, pero uno menos ágil. Aunque eso también obligaría a desarrollar una estrategia más táctica, en teoría. Sin embargo, la aventura de Episode Gladiolus en realidad es bastante lineal, con el personaje avanzando por una caverna, con jaurías de enemigos que pueden ser vencidos sin mucha dificultad.
El auténtico reto, emoción y valor de todo llega cuando es momento de “pasar las pruebas”, que no son más que subjefes aislados que aquí sí exigen echar mano de todas las posibilidades del nuevo sistema de combate.
El punto climático llega en el combate final, cuando la trama te obliga a pelear contra… Gilgamesh. Donde es necesario dominar completamente las dinámicas de combate para no salir molido.
Final Fantasy XV: Episode Gladiolus hay que tomarlo por el lado amable
Lo cierto es que Final Fantasy XV: Episode Gladiolus nunca se pone exigente con el reto para completar su breve trama. Basta con menos de 90 minutos de juego para completar esta corta campaña, y los modos desbloqueados tras finalizarla son las verdaderas alternativas que pueden mantenerte horas intentando perfeccionar el dominio de un sistema de combate que jamás volverá a utilizarse.
Es necesario hablar de los defectos, y aquí hay algunos. Durante los combates más nutridos de enemigos puede percibirse una ligera caída en la fluidez gráfica del juego, el nivel de reto es irregular, y la cámara es aún mucho más conflictiva que en la campaña principal. Eso sin contar la sensación de que pudieron haber aprovechado más el pretexto narrativo de Episode Gladiolus para darle mayor dimensión al personaje.
Aún con todo se agradecen los detalles buenos, como la incorporación inesperada de personajes apenas presentes en la campaña, pero relevantes en el universo expandido de Final Fantasy XV, la sensación épica de las peleas mayores, la diversión incuestionable de aporrear criaturas con pilares de concreto, las inserciones publicitarias totalmente descaradas de Cup Noodles y el emocionante cliffhanger con el que cierra la trama.
En conclusión Final Fantasy XV: Episode Gladiolus será un deleite para quienes quieran seguir paseando por este reino, y su precio es sensato, considerando el tiempo de diversión, los modos extra de juego desbloqueados al final y los aditamentos incorporados para la campaña general.
Lo Bueno
- El combate badass
- Los personajes que hacen cameos
- La música acorde al tono
- Las batallas con los jefes
Lo Malo
- La cámara extraviada
- Lo repetitivo de los combates con enemigos comunes
- No aporta gran cosa a la trama principal
- Es corto, muy corto
