Un equipo de científicos de China y los Estados Unidos han logrado dar un paso importantísimo en la investigación del autismo. A través de una tecnología de modificación genética crearon perros autistas, según publicación de la revista Nature Communications, reseña Bio Bio Chile.
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Para poder realizar este delicado experimento, los investigadores utilizaron la herramienta CRISPR/Cas9. Con este método genético lograron modificar el gen SHANK3, que se ha asociado con el trastorno del espectro autista (TEA) en humanos. Los perros modificados mostraron comportamientos asociados al TEA, como la ansiedad, la fobia social y la dificultad para comunicarse y establecer relaciones.
El equipo de científicos cree que estos perros podrían utilizarse para estudiar los mecanismos biológicos del TEA y desarrollar nuevos tratamientos.
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El proceso de modificación genética utilizado en este estudio es relativamente nuevo y aún se encuentra en desarrollo. Sin embargo, tiene el potencial de revolucionar la investigación del TEA.
Los perros autistas creados por este equipo de científicos son el primer modelo animal del TEA que muestra un conjunto completo de comportamientos asociados al trastorno. Esto significa que los investigadores pueden estudiar estos comportamientos con mayor precisión y profundidad que nunca antes.
Los resultados de este estudio podrían conducir al desarrollo de nuevos tratamientos para el TEA, que actualmente no tienen cura.
Por ejemplo, las futuras iniciativas de posibles curas al trastorno podrían usar estos perros autistas para probar nuevos medicamentos o terapias que podrían ayudar a reducir los síntomas. También podrían utilizar los perros para estudiar los efectos de la modificación genética en el desarrollo del TEA.
Crueldad con los animales
En el mundo de la ciencia hay algunas preocupaciones éticas relacionadas con la creación de perros autistas. Algunos críticos argumentan que es cruel crear animales que sufren de un trastorno que puede ser debilitante. Otros argumentan que los perros autistas podrían ser utilizados para experimentos que podrían causarles daño.
No es la primera vez que se usan animales para este tipo de experimentos. Los miembros del equipo chino, pertenecientes a la Academia China de Ciencias y a la empresa Beijing Sinogene Biotechnology, recuerdan que anteriormente se habían practicado iniciativas similares en roedores y simios.
Pero el funcionamiento de los cerebros de estos animales, en la regiones específicas en las que ataca el TEA, no concuerda con el de los humanos. Algo que sí encontraron en los perros.
Los científicos que realizaron este estudio afirman que tomaron todas las medidas necesarias para garantizar el bienestar de los perros. Estos animales fueron criados en un entorno seguro y amoroso, y recibieron atención médica de alta calidad.
El equipo deja en claro que los perros autistas sólo serán utilizados para experimentos que no les causen dolor o sufrimiento.